El seis de Marzo del año 2021 escribí un artículo para el blog la Era del Hierro bajo el nombre de: Gaut el dios de la guerra godo. Sacrificios , rituales y comparativas con otras divinidades indoeuropeas. En dicho artículo exponía una serie de conclusiones e investigaciones relacionadas con la divinidad goda Gaut. Identificando al dios padre de la raza gauta con Tiwaz y no con el tradicional Wotan / Odin.
Bajo mi punto de vista, y sin dejar de recomendaros la lectura del artículo en cuestión. Gaut, al que se compara con Marte en los textos romanos. No sería el dios escandinavo Odin, como hasta hoy se pensaba. Sino una divinidad mucho más antigua propia del mundo proto germánico, cuya raíz real se encontraría en los oscuros orígenes de los indoeuropeos y sus deidades celestes heroicas.
Hoy a 27 de Marzo del año 2021, releyendo al profesor Francisco Villar en su trabajo Los indoeuropeos y los orígenes de Europa. Concretamente en el capitulo dedicado a los orígenes de los pueblos germánicos. He visto un dato interesantisimo a mi modo de ver, que confirma o reafirma mi hipótesis al respecto de lo expuesto en el artículo anteriormente comentado.
Se trata del primer escrito en lengua germánica del que se tiene constancia. Texto que aparece sobre un yelmo encontrado en la localidad eslovena de Negau, y que según los estudios procede del siglo II antes de Cristo. La pieza se encuentra expuesta en el museo de Historia del Arte de Viena (Austria). Y Forma parte de una colección de 28 yelmos de bronce de los cuales solo se conservan 23.
Los yelmos de bronce fueron encontrados a comienzos del siglo XIX (año 1811) en un yacimiento de Zenjak, próximo a Negau, actualmente Eslovenia, manteniendo todos ellos una formología de los cascos etruscos de vetulorica.
Estos cascos conocidos popularmente como “de tipo Negau”, no fueron elementos hábiles para la guerra. Siendo seguramente cascos rituales destinados a distintas ceremonias religiosos. Algo que no debe de extrañarnos y que se ha visto en otros casos como pueden ser los yelmos de Sutton Hoo dentro de la cultura pre vikinga de Vendel, o los yelmos del bronce danés de Vikso.
En ambos casos se evidencia la utilización de cascos a modo simbólico /ceremonial dentro del mundo germánico y proto germánico desde la edad del bronce.
Yelmo anglosajón de Sutton Hoo. perteneciente a la cultura pre vikinga de Vendel. Se presupone un carácter ceremonial relacionado con la ritualistica sajona |
Pero regresando a los 23 yelmos de Negau encontrados en el siglo XIX, se destaca entre ellos el conocido como tipo B. Casco similar a los demás a no ser por una inscripción en alfabeto etrusco y lengua primitiva germánica que dice así: Harigasti Teiwa.
El yelmo B es el único de los 23 que tiene una inscripción en lengua germánica, siendo la mayoría de los otros celtas. Esto a abierto muchas especulaciones al respecto. ¿Que hacía un yelmo con inscripción germánica entre los celtas?. Se ha especulado la posibilidad de mercenarios, o sacerdores mercenarios germanos entre los celtas. Incluso como veremos mas adelante se a teorizado con la posibilidad de tener relacción con las invasiones cimbrias.
No obstante ¿Que significaba ese texto? ¿Quién había sido su autor?
La inscripción en sí estuvo durante bastantes años rodeado de misterio y especulación, siendo interpretada y estudiada más recientemente de forma científica cuando se consiguieron descifrar las primeras lenguas indoeuropeas.
Según el profesor Villar el texto haría referencia a su propietario en la primera parte: Harigasti. Siendo en la segunda parte una referencia a una divinidad: Teiwa, cuya raíz más antigua la tendríamos en el indoeuropeo Deiwaz, que significaría celeste / divino. Estando en dicho caso relacionado con el primer dios indoeuropeo Dieus / Diwaz. Siendo sustituida la D por la T en la primera consonante que caracterizaría a las lenguas germánicas de la edad del hierro.
Tenemos aquí por tanto una nueva evidencia de que la principal u original divinidad de los pueblos germanos era Tiwaz y no Wotan / Odin. Hipótesis que expongo más extensamente en mi artículo sobre el dios de los godos Gaut ( Gaut / Marte / Tiwaz / Diwaz)
El texto ha sido interpretado en estudios más recientes como un posible texto religioso, donde Harigasti sería el nombre de un sacerdote y Tiwaz el dios. Siendo por tanto el texto traducido como: Harigasti el sacerdote de Tiwaz. En ese caso posiblemente el yelmo como elemento de guerra y atributo de los guerreros aristocráticos, no fuera una elección fortuíta, tanto como intencionada buscando un simbolismo para representar al dios de la guerra Tiwaz / tyr.
En cualquier caso aún a día de hoy no existe unanimidad sobre la traducción e interpretación del texto del yelmo B de Negau. Otros estudiosos como el profesor Gustav Must han interpretado la inscripción como un nombre personal rético (una lengua de la antigua Italia), y la segunda como Titieva, estando más emparentada con el etrusco que con el germano.
Teoría alejada a la expuesta del profesor Villar, quien como ya hemos dicho y repetimos. Identifica claramente ese harigasti Teiwa con Tiwaz y con el indoeuropeo Diwaz, siendo por tanto claramente germánico.
Lejos de intentar con este breve texto imponer una teoría frente a la otra. Y mucho más lejos de poder yo ofrecer una teoría acertada del caso por falta de conocimiento exacto de la materia. Lo que quería al traer y escribir sobre ello, no era ni más ni menos que recalcar la importancia en el mundo proto germánico de los pueblos del bronce de la divinidad Tiwaz /Diwaz.
La colección de yelmos es también atribuida por el profesor Villar a la invasión de los pueblos cimbrios y teutones que mantuvieron en jaque a Roma en el siglo II a de Cristo. Exactamente entre los años 113 y 101 antes de Cristo. Invasión que llegó a la península ibérica y recorrió mediante razzias gran parte de la meseta norte. Derrotados por las poblaciones celtibéricas a su regreso a centro Europa.
ALVAR ORDOÑO 2021. Investigador y divulgador histórico: HISPANIA BARBARORUM BLOG / HISPANIA DE LOS VIKINGOS BLOG / LA ERA DEL HIERRO BLOG / FUNDACIÓN RUEDA SOLAR BLOG.
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