La primera peculiaridad que nos encontramos al intentar adentrarnos en el mundo religioso de las poblaciones de iberia, especialmente como es el caso que nos trata, intentando descubrir cuáles fueron las deidades relacionadas con la guerra de los nativos del area “celta”. Centrándonos en este articulo, y como veremos más adelante concretamente en una de ellas. Es la notable descompensación existente entre el mundo ibero no indoeuropeo, y el área celta indoeuropea.
Los teonimos relacionados con los dioses de la guerra del mundo ibero prácticamente brillan por su ausencia, mientras que las referencias a dioses guerreros, o relacionados directamente con la guerra en el mundo celta de las mesetas, norte cantábrico y noroeste, son notablemente abundantes (Benjamin Collado – Guerreros de Iberia).
Se podría decir incluso excesivos, al hallarse en muchos casos multitud de nombres de dioses relacionados con divinidades pan célticas de centro Europa, al mismo tiempo que deidades locales de carácter indígena. Es decir, cultos propios que son solo atribuibles a una zona concreta de nuestra geografía, vinculados a una tribu exacta, que se suman a nombres de dioses relacionados con divinidades galas.
Posiblemente la complejidad del panteón religioso nativo de los pueblos en la edad del hierro peninsular, se deba a varias causas. Entre ellas, la supervivencia en Hispania del peso de la cultura proto céltica del bronce, la cual asimiló en la edad del hierro nuevos elementos celtas llegados desde centro Europa, que se relacionaban directamente con los dioses galos. Fusionándose de esa forma con un sinfín de leyendas y tradiciones indoeuropeas ya existentes en el bronce de la península.
Añadiendo una mayor complejidad al introducir el componente no indoeuropeo de los iberos. Cuya influencia llegó en ambas direcciones. Celtas influenciaron y adoptaron creencias del mundo ibero, e iberos adoptaron creencias del mundo celta, (como por ejemplo fue el caso de los Ilergetes que veremos más adelante). Si bien es cierto que este resultado no fue aplicable a toda la península en términos generales, sino a zonas concretas de mayor contacto entre unos y otros.
Resumiendo mucho el tema, tenemos una península indoeuropea en la edad del bronce dividida en dos corrientes culturales arqueológicas conocidas como: bronce atlántico y bronce de las Cogotas. Relativamente aislada entre tribus independientes, y en ningún caso unidas por reinos, u otros elementos políticos como naciones, sino más bien por pequeñas ciudades estado distribuidas por toda la zona de la meseta central hacia el norte, cantábrico y noroeste. Conviviendo con una fuerte cultura ibérica en el Mediterraneo, a la que añadir el mundo tartesico del sur.
Que más tarde se vería influenciada en la edad del hierro (Halsttat y La Tene) por un componente céltico llegado desde centro Europa fusionándose en mayor o menor medida con los pueblos ya establecidos en Hispania desde el bronce. Principalmente en la zona de la meseta norte / central. Donde se encuentra el llamado grupo de lenguas celtas Q. Un grupo de lenguas más modernas que el grupo de las lenguas atlanticas del mundo galaico lusitano marcado por la letra P. El cual estaría más cercano al idioma original de los indoeuropeos y por ello más próximo a los pueblos proto celtas del bronce atlántico, que el grupo de las lenguas célticas de Q. Grupo que si bien es más antiguo que el galo, goidelico y briton, sigue siendo más moderno que las lenguas galaico – lusitanas. Lo que puede evidenciar una “invasión” de poblaciones llegadas desde el mundo celta centro europeo posterior a la edad del bronce, o en una edad del bronce muy tardía que no llegaron al área atlántica, y que a su vez fueron más antiguas que los grupos celtas de las Galias.
Todo lo comentado hasta ahora, y con un panorama cultural tan complejo en la Hispania del bronce y del hierro. Nos permite comprender la diversidad del mundo religioso. Un mundo donde seguramente perduraron elementos locales del mundo del bronce indoeuropeo, del mundo del hierro pan céltico y de elementos puntuales llegados del mundo ibero no indoeuropeo sin ninguna conexión política unitaria. Algo demasiado complejo para reducirlo a divinidades únicas de carácter genérico a la "nación" de celtas o iberos, como por ejemplo en el mundo clásico pudieran ser Zeus o Marte para greco romanos. O Thor, Odín para los escandinavos.
Pero dejemos un poco de lado la complejidad de las creencias y tradiciones religiosas y mitológicas de los pueblos célticos en la Hispania de la edad del hierro, y entremos un poco en materia hablando de los dioses de la guerra que conocemos, para terminar hablando del dios Pan céltico de la guerra más extendido en España.
Quizás la divinidad más extendida en Hispania de carácter pan céltico con conexiones en el resto de la Europa celta, sea Lugh o Lugus. Una divinidad que los romanos asimilaron con Mercurio al considerarle el inventor de todas las artes y oficios. Lugus en su faceta guerrera lideraba a los guerreros contra las fuerzas del caos armado con una poderosa lanza de plata. A esta divinidad se la relaciona con la representación grabada sobre la roca al aire libre en el santuario de Peñalba, en Viñastar (Teruel). En esa ocasión el dios Lugus es representado como un dios bicéfalo. Un símbolo de poder omnipresente conocedor del pasado y del futuro simbolizado en su bicefalia, donde una de las cabezas mira hacia atrás (pasado) y otra hacia adelante (futuro).
Se supone que los celtiberos realizaban danzas rituales con una lanza, carácter que se ha querido relacionar con un culto a la lanza de guerra del dios Lugus. Es el propio historiador romano de la época Adriana, Floro. Quien describe a un líder o caudillo militar de la rebelión celtibérica durante el 169 o 179 a de Cristo de nombre Olindico / Olindicvs. Este jefe militar celta hispano, y según el historiador romano, lideraba a sus tropas blandiendo una lanza de plata que decía ser sagrada y tener poderes, al haber sido enviada por los dioses.
Es fácil relacionar llegados a este punto, el elemento sagrado de la lanza entre el dios celta Lugus / Lugh, con el dios germano Wotan / Odin. Máxime cuando ambas deidades parecen tener elementos comunes, como la ya citada lanza mágica, dos cuervos que les acompañan, (Peralta Labrador, 2000: 204-206) con una clara connotación de animales funerarios de la guerra, de la magia y del viaje al otro mundo – (Gonzalo Rodríguez García: Los celtas héroes y magia. La cultura guerrera de la Hispania celtica. Pag 202).
Y por si todo esto fuera poco, añadiendo una “coincidencia” más, nos queda un dato revelador sobre la similitud de Lugh / Lugus y Wotan / Odin. A las ya citadas coincidencias de la lanza como elemento mágico de poder, y los cuervos como animales totémicos y mágicos de los dos dioses. Hay que sumarles la falta de uno de sus ojos. Ambos dioses son tuertos (Peralta Labrador, 2000: 216).
Posiblemente en la pérdida de uno de sus ojos se encuentre el sacrificio necesario para adquirir alguna facultad mágica o sabiduría especial.
Esta similitud de dos divinidades tan importantes del mundo céltico y germánico, y en general de lo que podríamos llamar las “culturas bárbaras de la Europa del hierro”, nos ponen frente a un elemento común y principal de ambos mundos, nos señala como a partir de una misma raíz indoeuropea, se habrían generado unas tradiciones similares (Gonzalo Rodríguez García: Los celtas héroes y magia. La cultura guerrera de la Hispania celtica. Pag 202).
La razón de la similitud del mito, es un misterio, y las teorías son múltiples, si bien es posible, aunque no demostrable, que en los antiguos y oscuros días de las edades del bronce centro europeo. Cuando proto germanos y proto celtas eran difícilmente distinguibles coexistiendo en cerrados bosques de centro Europa. Los dos dioses fueran uno, o nacieran de una misma raíz que evolucionó mitológicamente después en el devenir de los años de forma diferente, según celtas y germanos evolucionaron por separado en diferentes lugares de Europa bajo distintos nombres y distintas concepciones mitológicas. No olvidemos que las deidades de los primeros germanos, tienen poco que ver con los dioses nórdicos.
extremadamente conocidos. Siendo más semejantes en su función y rituales a los dioses galos que a los escandinavos. Incluso retrocediendo mas en el tiempo, puede que todo se remontara al mundo proto indoeuropeo, edades en las que celtas y germanos eran un mismo pueblo, posiblemente con un mismo panteón motológico.
No obstante si bien Lugus tiene un carácter guerrero como tal, no es una deidad únicamente guerrera, es más, yo apuntaría a que su principal función no es la guerra. Todo lo contrario que ocurre con Cosuo / Cosus, al que los romanos identificaron con Marte.
Sobre Cosus nos encontramos una veintena de inscripciones en el área galaico lusitana, también en Asturias donde se le conocía como Cosuo. Si bien poco más sabemos de él.
Bandua y Mars Borus son otros dioses de carácter guerrero. Sin olvidar que en el mundo celta los dioses no se acotaban solo a una función, sino que normalmente eran deidades de varios conceptos, como tormenta, montaña, guerra.
Teleno /Telenvs es otra deidad relacionada con la guerra cuyo culto seguramente se extendió a todo el norte peninsular indoeuropeo, desde Galicia hasta la Rioja.
Para Miguel Angel González González, (Teleno, señor del laberinto, del rayo y la muerte) Teleno es el nombre que los astures daban al dios Teutates, también conocido como Tutatis. Su origen puede estar en el mundo proto céltico de la palabra /teutato/ que significa “unidad tribal”. Pudiendo significar “padre de la tribu”. Al formarse teut – (dios) y tat (padre). Es decir, una especie de dios padre creador de las diferentes tribus, que además tenía una connotación guerrera. (NdE: otros autores vinculan Telenvs con Taranis, algo erróneo a mi modo de ver, pues la relación de Telenvs con Marte evidencia que es una deidad de la guerra).
Teleno en España era posiblemente un dios más antiguo que el Teutates galo, siendo normalmente vinculado a las cumbres de las montañas. Muchas de las cuales tomaron su nombre que perdura hasta nuestros días. Así hay un monte Teleno en León, Teleña en Asturias, Telena en Badajoz, etc.
Llamado Tullonius por los várdulos, mientras que sus vecinos los caristios lo llamaron Tullica / Tullicvs (relacionado con Tuyo en el municipio de Ribera alta). Aun cuando la referencia más exacta que vincula a Telenvs con la guerra sea la inscripción encontrada en Quintana del Marco (León). Donde se le nombra como Mars Tileno, vinculando inevitablemente con la guerra al ser asociado al dios romano Marte.
Pero si tuviéramos que tratar o hablar de un dios pan hispánico relacionado con la guerra como su función principal más característica, ese sería Netón. Dios adorado entre los celtas y algunos iberos con alguna variación en su nombre. Lo que hace de él en un determinado momento, una divinidad pan hispánica de la guerra con fuerte carácter solar heroico.
El origen de la divinidad es difuso, y no se puede determinar si es celta o proto celta. Si bien parece que la raíz de su nombre está emparentada con el celta Neto / guerrero /.
La más clara mención a este dios en Hispania la tenemos de manos de Macrobio, escritor y gramático romano del siglo IV. Quien nos habla en su saturnalias de un culto entre los accitanos de Guadix a un dios representado por rayos solares al que llaman Netón, quien el escritor relaciona con Marte.
Accitani etiam, Hispana gens, simulacrum Martis radiis ornatum maxima religione celebrant, Neton uocantes
También los accitanos, pueblo de Hispania, adoran con máxima devoción a una estatua de Marte adornada con rayos a la que llaman Netón
Macrobio – Saturnalia 1,19,5
Autores como Benjamin Collado Hinarejos (Guerreros de iberia – la guerra antigua en la península ibérica) plantean entre otras muchas, una posible teoría de origen tartesico para el dios. Lo que demuestra lo desconocido y lejos que se está de poder encontrar un origen real a la deidad en su culto entre los celtas e iberos peninsulares.
No obstante y sea como fuere, parece que con el paso de los siglos el dios Netón fue asimilado en gran parte de la península, tanto en el área indoeuropea, como en la no indoeuropea. Así encontramos referencias a él en el mundo ibero de los Ilergetes, (muy indoeuropeizados) con el nombre de Neitho.
J. M. Blázquez y su libro “Diccionario de las religiones prerromanas de Hispania” 1975, escribe:
NETO: Dios indígena asimilado a Marte. Dos variantes tiene el nombre en dativo, Neto y Netoni. Estas inscripciones confirman el texto de Macrobio (I,19,5): Accitani etiam, Hispana gens, simulacrum Martis radiis ornatum maxima religione celebrant, Neton uocantes. Neto(n) podría derivar del celta + neto (guerrero) e indicar que el Marte hispano tiene el mismo carácter astral que el Marte galo.
Otros ejemplos son las diferentes inscripciones sobre esta deidad que se han encontrado desde Cáceres, pasando por la Betica, el Bierzo, Huesca y terminando en Zaragoza, entre otros muchos lugares. En el conocido como Marte del pirineo se representa al dios de la guerra con cuernos en claro atributo nativo no románico.
Quizás la evidencia más clara de la divinidad con la guerra y el mundo celta en Iberia, la encontremos en la ara encontrada en el Bierzo, la cual está consagrada a Cossue Nedoliedus.
Aquí se relaciona directa y claramente a la divinidad más importante de la guerra del noroeste céltico, Cosus, con la divinidad más importante de la guerra en el mundo celta mesetario, Netón, por medio del epíteto de Nedoliedus. Parece claro por tanto que Cosus era Marte y era Neton. Y que Netón era Cosus y era Marte.
Sabemos que Netón tenía una doble función, (como ya hemos dicho, son muchos los dioses célticos en Hispania que representan varias funciones). A la guerra se la unía un carácter infernal. No tanto desde una perspectiva de “demonio” o divinidad maligna, sino posiblemente como dios héroe conductor de las almas.
Es decir, una divinidad de la guerra encargada de recibir a los guerreros dignos, al mundo de los caídos en combate con gloria. Como de conducir a los caídos en deshonor, al mundo de los infiernos. Si bien, esto son interpretaciones sin base real. Ya que tristemente se conoce poco de este dios.
En cualquier caso parece que el nombre de Neto, está relacionado con el celta Neto “guerrero” para J M Blanzquez (diccionario de las religiones pre romanas en Hispania 1975) y ide – nei (brillar) para V. M. Renero (diccionario del mundo Celta 1999).
Tenemos aquí nuevamente una base sobre la que deducir su carácter simbólico. Por un lado guerrero, y por otro resplandeciente, solar, heroico.
Peralta Labrador, relaciona al dios Netón con la divinidad hispana nativa de carácter local Coronus. Donde Coronus significaría – conductor de tropas – y Neto – Guerrero heróico -. Es decir.. Netón como guía heróico de los guerreros en la batalla
En algunos casos se ha intentado relacionado su raíz Net, con el dios irlandés celta Neit o con el simbolismo de Nuada, quien perdió una mano en combate contra el campeón Sreng.
En la península ibérica, existía una tradición céltica mediante la que se cortaba la mano derecha de los vencidos en combate a modo de trofeo. Se ha especulado acerca del posible simbolismo de tan macabra costumbre, relacionando la tradición con el dios Netón, estando este emparentado con Neit – Nuada. Y a su vez, con el dios germánico Tiwaz o Tyr, quien también perdió su mano al sacrificarla para conseguir encadenar al lobo Fenrir. Nuevamente algo que nos recuerda mucho a como perdió la mano el dios Nuada… en un duelo contra el campeón de los Fir Bolgs Sreng, a quien se describe como un ser mitológico no humano.
Sería equiparable el mito de Nuada y su combate contra el campeón de los Fir Bolgs, Sreng, con el sacrificio del dios Tyr que perdió su mano a modo de sacrificio para atar al lobo Fenrir (no humano) con la tradición hispánica de cortar las manos de los muertos en batalla y ofrecérselas a los dioses?.
En el propio mundo germánico del siglo III existía una tradición entre los barbaros adoradores del primitivo Tyr, de sacrificar prisioneros de guerra, a los que después cortaban el brazo para colgarlo en los arboles de sus bosques sagrados en ofrecimiento a su dios de la guerra (Tyr / Tiwaz). ¿Está esta tradición relacionada con la celtibérica descrita por los romanos?
La relación parece evidente o muy aproximada, máxime cuando el héroe irlandés Nuada, es relacionado con Marte, como también lo es Netón, como lo es Cosuo, y como lo es el propio Tyr.
Es posible entonces que en algún momento muy lejano en el tiempo, cuando los indoeuropeos vivían aun en arcanas y lejanas tierras de las estepas y bosques euroasiáticos. Anterior a la cultura celta, germánica, romana, o griega, Neton, Tyr, Nuada, Cosuo, Marte, Ares fueran un mismo dios con una misma conexión mitológica que sobrevivió con matices y diferencias al paso del tiempo tras la división de las poblaciones originarias en diferentes grupos culturales desde el bronce hasta el hierro?.
Mi conclusión es que sí, Las similitudes existen, pero quizás es muy aventurado asegurarlo de forma académica al no poder demostrarse “científicamente”. Igualmente es aventurado asegurar que la práctica de cortar la mano derecha entre los celtiberos y otras poblaciones indoeuropeas hispanas, tuviera una relación directa con la mitología germánica y la irlandesa... pero las similitudes existen, y parecen empeñadas en arrojar pistas que pudieran vincular ambos mundos.
A mi modo de ver, y por concluir, creo que las deidades principales de la guerra en la península fueron Cosus y Netón . Ambas relacionadas entre sí en el ara del Bierzo, y ambas relacionadas con características propias del mundo bélico. La guerra, la batalla, el sol, los rayos resplandecientes que dan categoría de una deidad heroica relacionada con el combate. Una especie de dualidad entre Hercules y Marte en el mundo clásico. De Odin y Thor en el mundo germánico. Donde Odin es un dios padre de la guerra, pero Thor es un díos de la bravura y los guerreros.
Esto les diferencia de Lugus y Telenvs, quienes si bien es cierto son dos deidades relacionadas con la guerra, lo son en un aspecto “secundario” y no principal.
En ambos predomina más un carácter “paternal de la tribu”, mientras que en las divinidades Cusus /Netón, prima mas la victoria, la valentía y la gloria en el combate. Son marcadamente Marte, son marcadamente dos dioses de la guerra en la península ibérica de la edad del hierro.
Alvar Ordoño. Divulgador e investigador histórico. Recreacionista de los grupos BAIRA, REGNUM CASTELLAE. Fundador del proyecto HISPANIA DE LOS VIKINGOS. Escritor y articulista de los magazines. HISPANIA BARBARORUM / NUEVA GOTHIA. HISPANIA DE LOS VIKINGOS, RUEDA SOLAR, NUEVA BARDULIA y LA ERA DEL HIERRO.
BIBLIOGRAFÍA:
Los celtas héroes y magia, La cultura guerrera de la Hispania céltica. GONZALO RODRÍGUEZ GARCÍA- 2019.
Los dioses soberanos de los indoeuropeos. GEORGE DUMEZIL – 1986
Los celtas: Hispania y Europa. Dirigido por ALMAGRO GORBEA. Curso de verano de 1992.
Mitología y mitos de la Hispania proromana II volumen – J C BERMEJO BARRERA – 1986.
Guerreros de Iberia. La guerra antigua en la península Iberica – BENJAMIN COLLADO VINAREJOS - 2019.
El articulo fue publicado en la revista de temática histórica: La era del Hierro nº 1 en 2018.
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