Hemos pasado de ser un pueblo de caballeros, un Herrenvolk, a un pueblo de borregos. Pero todo puede cambiar, mientras haya un puñado de castellanos con la voluntad de que nuestro pueblo no se extinga. CASTILLA, DESPIERTA
Hemos pasado de ser un pueblo de caballeros, un Herrenvolk, a un pueblo de borregos. Pero todo puede cambiar, mientras haya un puñado de castellanos con la voluntad de que nuestro pueblo no se extinga. CASTILLA, DESPIERTA
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