sábado, 17 de febrero de 2018

Malismos, los duendes de las cavernas del folclore castellano

Moran en tenebrosas cuevas y antros preñados de tinieblas, junto a murciélagos y demás criaturas nocturnas. Son babeantes, feos con avaricia, poca estatura, aun cuando algunos son del tamaño de un hombre. De aspecto feroz, llenos de pelos que le cubren todo el cuerpo en largas y grasientas guedejas, segunda piel que arrastran.

Algunos de ellos son los encargados de guardar los tesoros y riquezas que hay bajo tierra. Curiosamente nadie los ha visto, nunca acuden a la superficie, la luz les ofende y consume. Son los más peligrosos de todos los duendes, pues son diestros en encantos y hechicerías dañinas. Peores que el "Pernales". Quiere la tradición que alguno de ellos velan el cumplimiento de la maldición condenatoria de la "Encantá" sanjuanera.

Así  describe Carlos Villar Esparza en la revista Folklore nº 188 del año 1996 a estos duendes oscuros y malévolos a los que llama Malismos, Duendes trogloditas, La mala gente, Malos duendes, o duendes de las cavernas.

Son criaturas tenebrosas que la tradición ha querido emparentar con el mito de los trolls escandinavos, causa por la cual se ha pretendido encontrar un origen en el mito relacionado con la llegada y asentamiento de los godos en Castilla. A mi modo de ver esto es un recurso muy fácil en la búsqueda de mitos. Y es que es muy frecuente intentar relacionar cualquier creencia actual, con los pueblos primitivos que dieron origen a la nación o a los diferentes reinos medievales. Se olvida muchas veces que a lo largo de cientos de años Castilla ha sido una tierra de paso a la que muchos hombres llegaron procedentes de norte y centro de Europa. Tomando y asentándose en pueblos como política de repoblación durante el renacimiento o bajo la alta edad media. Me inclino más por pensar que estas gentes trajeron creencias de sus países originales que mantuvieron y contaron en los asentamientos castellanos de villa y tierra, donde se fusionaron con tradiciones populares incorporando con el paso de los años trasformados en décadas, una identidad propia sacada del entorno y paisaje.

Así pues es posible que los Malismos o los duendes de las cavernas tengan en realidad un origen germánico, pero no en los godos, sino en los Borgoñones traídos en el siglo XI por Raimundo de Borgoña para repoblar la zona de Segovia. O en los germanos llegados de Flandes o de Alemania  como política de repoblación de Carlos V para asentarse en las vegas y villas de la Mancha y Andalucía. Se me presenta más fácil interpretar una era más cercana al mito del malismo contra la idea de remontarla al siglo V.

Sea como fuere lo cierto es que los malismos son uno de los muchos ejemplos de duendes de la naturaleza en su faceta oscura. Son criaturas nocturnas, relacionadas directamente con los lugares lúgubres y oscuros. Bosques húmedos otoñales, frías y solitarias montañas, profundos valles de perpetuas nieblas... o áridas y desamparadas mesetas donde una cueva, o grieta en tierra, permita que el malismo se esconda y salga a determinadas horas a realizar sus maldades. Pues de ahí le viene el nombre, de las maldades que realiza.

Son seres solitarios y uraños, mal olientes, por lo que resulta fácil predecir su presencia, pues esta va precedida de un olor nauseabundo, como a animal muerto. Si caminando por un lugar solitario cae la noche, falta la luz, o las copas de los arboles no permiten que entren los rayos del sol, y comenzamos a oler algo repugnante en el aire, es muy posible que estemos siendo observados por un malismo.


Carlos Villar Esparza en su artículo: Notas de la mitología popular manchega. Asegura que el malismo, al igual que la gran mayoría de los duendes del folklore popular castellano,  sean benignos o malignos, siente una predilección por la música ante la que no puede resistirse. Ejerce un poder hipnótico en la criatura, momento en el que se puede escapar evitando así una desgracia.

Alvar Ordoño - investigador y recreador histórico de los grupos BAIRA, Vicepresidente de la Asociación Cultural REGNUM CASTELLAE. Fundador y director de la asociacion HISPANIA DE LOS VIKINGOS y presidente de la asociación cultural LORDEMANOS ESPAÑA. 



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