sábado, 19 de diciembre de 2020

Se aproxima el solsticio de invierno

 Antes que la diosa madre reinara en la tierra con la llegada del neolítico y su agricultura. El mundo espiritual de los europeos estaba presidido por una divinidad de los bosques, la caza, la vida salvaje, la masculinidad y la fertilidad. Un díos teriomorfo al que los chamanes animistas del mesolítico europeo representaron en cuevas con cabeza de hombre, barba de bisonte, astas de cierto, cuerpo y piernas humanas, cola de caballo y brazos de oso (gruta de Trois – Francia). 

Este Dios sería conocido por los romanos muchísimos siglos más tarde con el nombre de Cernunnos. 

Según apunta Mircea Eliade, los hombres sustituyeron la caza por la guerra en el neolítico. Momento en el que dejaron de ser nómadas para hacerse sedentarios de un terreno que cultivar. En ese momento las astas del dios de la caza pasaron a ser igualmente un elemento arquetípico de poder, violencia, valentía y fuerza física.

El hombre del neolítico ya no cazaba solo animales, sino que también cazaba seres humanos para apropiarse de sus tierras. Ahí se crearon los primeros héroes, antaño grandes cazadores, hoy grandes guerreros.

El dios de los bosques y los animales salvajes, pasó igualmente a ser también dios de la guerra, de la furia  para combatir y de la fuerza primaria desatada sin control. Su cornamenta fue el mejor elemento representativo de dicho poder. Y por ello decoró yelmos ceremoniales de reyes y héroes ( cascos de vikso – edad del bronce).

Hoy como antaño, el dios cornudo del mundo de los espíritus reina en los bosques, y a él hay que pedir permiso para cualquier ceremonia previa que se realice en su reino.

A él pues nos dirigimos antes del solsticio honrándole  un altar con sus elementos sagrados de furia y poder, las astas del ciervo, corzo, gamo o cabra. Sumando a modo simbólico el yelmo de la guerra, del poder y la aristocracia indoeuropea, un elemento de los antepasados que están presentes en el recuerdo que mostramos hacia ellos, y en la continuidad de sangre que portamos.

A tan solo unos días de ver renacer una nueva rueda solar que gobierne sobre el sol de Europa.. HAILSA CERVUS/TAURUS/ CERNUNNOS/PAN.



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