«El Adelantado tomó 20 soldados, todos vizcaínos y asturianos, con sus hachas, y un capitán vizcaíno con ellos, que se decía Martín Ochoa, y 2 indios que allí se allegaron, hermanos, que paresció ser ángeles que Dios enviaba, los cuales por señas les dijeron que habían estado 6 días antes en el fuerte de los franceses, y se adelantó, caminando adelante lo que podía, señalando el camino, cortando con las hachas en los árboles, para que la gente no lo errase y lo supiesen para la vuelta, dexando al Maestre de Campo y Sargento mayor que caminasen con buen orden; y cuando le parescía al Adelantado hacer alto en lugar cómodo y donde hubiese agua, para recoger la gente y que descansase, lo hacía, y aguardaba á que toda se recogiese y les dexaba orden de lo que habían de descansar, y se partía luego, abriendo el camino y señalándose, como está dicho, y volvía a hacer alto en la parte que le parescía para alojar aquella noche, y por esta orden, el cuarto día, al poner del sol, fué a reconoscer la tierra del fuerte, a media legua de él, donde se paró, y por parescerle que la noche estaba tempestuosa y de muchas aguas y que le convenía acercarse más, por no ser descubierto, por entre un pinar se allegó a menos de cuarto de legua del fuerte, donde acordó alojar aquella noche, en lugar harto malo y cenagoso, y volvió a buscar la retaguardia, porque acertasen el camino, por la mala noche que hacía, y eran más de las 10 de noche cuando acabaron de llegar, y como en estos 4 días hubo muchas aguas y se pasaron muchas ciénagas, y traían a cuestas las armas y las mochilas con la comida, la gente llegó muy cansada y quebrantada, y como el agua de aquella noche fue tanta, no hubo remedio salvar pólvora ni mecha que no se mojase todo y el poco de bizcocho que tenían en las mochilas, y no tenía ninguno cosa en su cuerpo que no estuviese bañada en agua.»
Memorial de Don Gonzalo Solís de Meras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario