Seguramente vamos a tratar uno de los temas más demandados y que más morbo o interés despierta en todos los lectores aficionados al mundo de las viejas tradiciones paganas. Saber o intentar averiguar cual pudo ser la religión de los viejos godos antes de que estos abrazaran el arrianismo a manos del obispo Ulfilas en el siglo IV (350 – 360), convirtiéndose posteriormente de forma oficial al catolicismo a manos del rey Recaredo en el III concilio de Toledo del año 589.
Es evidente que “lo godo” está de moda desde hace tiempo, y aun dentro de su aislamiento histórico, al no ser una de las épocas más tratadas en la propia historia de nuestro país. No son pocos los lectores que buscando tradiciones paganas dentro de la península, y ante el auge del germanismo mitológico a raíz del apogeo del mundo “vikingo”, intentan encontrar por medio de esas raíces godas en el mundo hispano, un vinculo que demuestre como nuestros “antepasados” visigodos adoraron a dioses escandinavos sacados de la mitología vikinga. Algo que a mi modo de ver responde más al sensacionalismo contemporáneo de una moda pasajera que a la verdad histórica desde un punto de vista realista / científico.
Parece evidente no obstante, que como ocurrió en toda Europa antes de ser cristianizada, los godos adoraron en su patria original Scanzia, la cual no es otra que Escandinavia, a una serie de dioses propios vinculados a su etnia. Dioses que aun cuando pudieran estar emparentados con otras tradiciones nórdicas, no dejaban de ser nombrados en lengua goda, y tener una vinculación directa consustancial con la propia identidad de la tribu.
Mitologías y creencias populares que fueron sepultadas con el paso de los siglos al abrazar otras creencias religiosas más modernas que se iban imponiendo en todo occidente. Pero que en cualquier caso perduraron con mayor o menor intensidad, y con mayor o menor pureza hasta el siglo IV. Momento en el que el conocido como obispo de los godos, Ulfilas, tradujo la biblia a la lengua gótica empezando con ello un proceso de reconversión al arrianismo que marcaría un antes y un después con respecto a sus tradiciones arcanas.
Famosa imagen donde se representa al obispo godo Ulfilas explicando la biblia a los godos paganos |
¿Pero que sabemos de forma objetiva acerca de la religión de los antiguos godos?. ¿Tienen razón los que avanzan un culto semejante a lo “vikingo” entre los godos de la tardo antigüedad?. ¿a qué dioses veneraban? ¿Qué sabemos de sus cultos?, ¿de sus rituales?. Y especialmente, ¿practicaron o perduraron esas tradiciones durante su etapa como reyes de la Hispania Gothorum?. A lo largo del siguiente artículo vamos a intentar ofrecer algo de luz a todas estas preguntas.
Inicialmente intentaré recopilar todo lo que se conoce referente a textos clásicos, o textos tratados por historiadores y estudiosos actuales tales como: Daniel Gómez Aragonés, Rosa Sanz Serrano, Javier Soto Chica, o Ana Maríra Jiménez Garnica. Autores que mencionan en sus trabajos de alguna u otra forma la religiosidad y la ritualística pagana de los viejos godos en sus diferentes libros. Posteriormente expondré mi pensamiento y conclusión acerca de cuál pudo ser el dios o la divinidad suprema del panteón pagano godo, y qué sobrevivió de su paganismo original en la edad media hispanica.
(..) Tacito situaba a los gutones también en las regiones del océano, en el norte, dentro de su obra. Siglos después, el historiador Procopio (la guerra de los vandalos, 3, 2-3) ampliaba las informaciones llamándolos gauten, considerándolos como originarios de la isla de Thule en las regiones más septentrionales, emparentandolos con el dios de la guerra Gaut, además de señalar cómo vándalos y godos tenían un mismo origen por su semejanza física; piel blanca, rubios cabellos, altos de estatura y tener la misma lengua y religión, aunque afirmaba que anteriormente se les llamaba saurómatas y géticos. (..)
Con estas palabras la autora Rosa Sanz Serrano en su libro: / Historia de los godos . Cap I EL ORIGEN DE LOS GODOS – Jordanes y la migración de los godos /, describe como existía un culto a un dios pagano entre los gautas originales, antes del proceso de invasión del continente europeo iniciado a lo largo del siglo III de nuestra era. Esa divinidad era conocida con el nombre de Gaut, o Gaut el furioso como escribe José Soto Chica en su libro VISIGODOS HIJOS DE UN DIOS FURIOSO.
La misma autora nos señala y recalca como el culto al dios Gaut era practicado mientras la tribu de los godos vivía en Escandinavia. Si bien posiblemente y como parece evidente, dicho culto continuaría cuando los godos entraron en Polonia y Ucrania dando origen a las culturas de Wielbark (siglo III) y Chernajov (Siglo IV). Todo ello sin despreciar un proceso de etnogenesis cultural y “racial” que llevaría a buen seguro a los godos a adoptar creencias propias de pueblos no germánicos, como los escitas.
Pero regresando al estudio de Sanz Serrano… La escritora se hace eco de la descripción de Procopio, quien en su guerra de los vándalos emparenta racialmente a los dos grupos germanos. Señalando que no solo se asemejan en cualidades físicas, sino también en religión. Cosa que ha sido interpretada en algunos sectores como una evidencia de adoración entre godos y vándalos de un mismo dios pagano. Lamentablemente tenemos que desterrar esa idea fruto del desconocimiento. Pues cuando Procopio (siglo VI) habla en esos términos de godos y vándalos, se refiere al arrianismo, como bien apunta Daniel Gómez Aragonés - HISTORIA DE LOS VISIGODOS.
Sin embargo ¿que sabemos objetivamente de ese “Gaut”?. Rosa San Serrano sigue hablando de la religión de los gautas en HISTORIA DE LOS GODOS, basándose en un texto del romano Casiodoro narrado por el rey ostrogodo Teodorico el grande:
(..) Los gauthigoths o descendientes del divino Gaut, que después estuvieron divididos en tres grupos según localización, los greutungos, tervingios y los gepitos. Salieron al mando de su rey Bering en tres barcos distintos y desembarcaron en Gothiscandia. (..)
Por otro lado Daniel Gómez Aragonés en su HISTORIA DE LOS VISIGODOS - capitulo 2 , Sub capitulo - LA RELIGIÓN Y LA LENGUA DE LOS GODOS. Nos transcribe varios textos de Jordanes donde se narra determinados sacrificios humanos por parte de los bárbaros con el objetivo de aplacar a su Dios.
(..) El cronista (Jordanes) habla en varias ocasiones de los sacrificios que realizaban los godos a sus dioses “los godos aplacaron siempre a Marte con un culto crudelísimo, pues le sacrificaban como victimas prisioneros, pensando que el modo más indicado de aplacar al dios de la guerra era con el derramamiento de sangre humana” (..)
Un ritual que nos recuerda inevitablemente a los tan populares y sangrientos sacrificios celtas descritos por los romanos. Pero no queda ahí la cosa, Daniel Gómez Aragonés continúa escribiendo:
(..) Jordanes no se queda aquí, sino que habla de cómo los godos honraban a este dios (Marte) poniendo en los troncos de los árboles - otra vez el factor naturaleza jugando un papel - los restos de los sacrificados y de cómo este dios era el más venerado y respetado (..)
El texto al que hace referencia Daniel Gómez Aragonés, aparece en el origen y gesta de los godos, donde se pueden averiguar más cosas interesantes sobre las prácticas religiosas de los gautas. El escritor godo Jordanes añade que el padre de los gutones, al que llama Gradivo (Marte) gobierna los campos góticos
(..) A éste le ofrecían las primicias de sus botines, en su honor colgaban de los troncos de los árboles los despojos, y tenían más arraigado su culto que el de las restantes divinidades, ya que les parecía que su devoción por este dios era la que se debía tributar a un padre (..) ..
Tras leer esto, me veo casi en la obligación de escribir la descripción que Lucano trata en su Farsalia, hablando de un bosque sagrado para los galos, al cual por cierto honraban con sacrificios humanos. El texto es largo, pero merece la pena.
(..) Había un bosque sagrado nunca violado desde hacía largo tiempo, que rodeaba con sus ramas entrelazadas un aire oscuro y gélidas sombras, ya que los rayos del sol estaban totalmente apartados de ellas. No lo ocupaban los Panes, habitantes de los campos, ni los Silvanos, dueños de los bosques, ni las Ninfas, sino santuarios de unos dioses de ritos bárbaros; ares levantados sobre funestos altares y todos los árboles purificados con sangre humana. Si la antigüedad, que admiraba a los dioses de lo alto, merece crédito, las aves temen posarse en aquellas ramas y las fieras reclinarse en aquellas guaridas; y ni el viento, ni los rayos lanzados por las negras nubes se arrojan sobre aquella enramada. Hay en aquellos árboles, que no ofrecen su fronda a ninguna brisa, un horror particular. También brota de negras fuentes abundante agua y las tétricas representaciones de los dioses carecen de arte y surgen informes de cortados troncos. La suciedad misma y la palidez de la madera ya podrida dejan atónitos; no temen así a las divinidades consagradas por unas imágenes divulgadas: tanto aumenta el terror en no conocer a los dioses a los que han de temer. Ya la tradición contaba que muchas veces a causa del temblor de la tierra las cóncavas cavernas mugían y que los tejos que caían se levantaban de nuevo, que brillaban incendios sin que el bosque ardiese. Los pueblos no lo frecuentan con un culto propio del lugar, sino que se lo han cedido a los dioses. (..) los dioses bárbaros que aquí eran adorados tenían sus altares colmados de horribles ofrendas, y los árboles estaban salpicados de sangre humana.. Nadie se atrevía a entrar en el bosque excepto el sacerdote; e incluso él teme entraren la noche por miedo a que los dioses pudieran salir a tales horas (..) César manda que, introducido el hierro, esta arboleda caiga; pues vencida a la obra y sin haber sido tocada en otra guerra anterior se erguía densísima entre montes desnudos. Pero las fuertes manos temblaron e impresionados por la temible majestad del lugar los leñadores (romanos) creían que, si herían a los árboles sagrados, las hachas se volverían contra sus propios miembros, / despertarían la ira de los dioses / (..)
(Lucano, Pharsalia, III, 398-455.)
No pretendo asemejar un culto similar entre godos y galos, pero si contextualizar una práctica ritual semejante que tiene como objetivo rendir honores a dioses antiguos que moraban en los bosques. Los celtas ofrecían sacrificios humanos a los arboles, y los godos primitivos honraban a su dios de la guerra entregando en bosques olvidados los miembros despedazados de cuerpos humanos. Todo ello bajo rituales que desconocemos, y bajo ceremonias que no han llegado a nuestro tiempo.
Siguiendo con Lucano, sabemos igualmente el nombre de los tres dioses a los cuales se honraban sacrificios; Esus Teutates y Taranis.
Lucano nos ofrece el nombre de la trinidad gala a la que los pueblos celtas ofrecían sacrificios humanos en oscuros y profundos bosques: Esus Taranis y Teutates |
(..) Los dioses bárbaros que aquí eran adorados tenían sus altares colmados de horribles ofrendas, y los arboles estaban salpicados de sangre humana.(..) aquellos galos que se hacían propicios con sacrificios humanos a los despiadados dioses Teutates, Esus y Taranis, ante cuyos altares el visitante se estremece (..)
Y también conocemos la vinculación que los romanos hicieron entre su panteón y la trinidad divina Gala. Asignaron a Teutates la equivalencia de Marte, su dios de la guerra. Hablaremos más adelante y con mayor profundidad de las tradiciones galas relacionadas con Teutates, pero antes vamos a continuar hablando y recopilando los datos que tenemos sobre el paganismo del mundo godo.
La escritora Ana María Jiménez Garnica nos cuenta en sus anotaciones del cantar de Waltario, una extraña y sorprendente tradición entre los gautas asentados en el Mar negro. Esto es en el siglo IV, posiblemente a inicios de ese siglo, durante el periodo conocido como cultura de Chernajov (Ucrania). Dice así:
(..) Martius Rector nombre poético de Marte y probable transposición romana del germánico Tiwaz. Este dios, padre divino de los godos durante su etapa en el mar negro (cultura de Chernajov – S IV), tenía su epigrafía en una espada hincada en tierra. Los sajones de tiempos de Carlomagno dieron culto al Irminsul, una de las formas más recientes de Tiwaz, y lo describieron como universalis columna quasi sustinens omnia (..) / J. DE VRIES, LAS RELIGIONES ANTIGUAS VOL III. Historia de las religiones S. XX, Madrid, 1977, pag 72/
Desconozco la fuente exacta de dicha afirmación por parte de la profesora Jimenez Garnica, lamentablemente no he podido leer el texto original de J. De Vries. Pero de ser cierta, evidentemente la tradición que atribuye a los godos mediante la cual invocan a Tiwaz / Tyr por medio de una espada clavada en el suelo. Nos recuerda mucho, por no decir en su totalidad. A la tradición alana descrita por Amiano Marcelino, (..) A la manera bárbara, clavan una espada en el suelo y la veneran como a su dios guerrero (..).
Seguramente dicha tradición entre los godos del siglo IV no fuera original de ellos, sino que la adoptaron de los pueblos de las estepas con los que tuvieron gran contacto. Incluso llegando a ser considerados godo-escitas por Jordanes.
Recordando a Jordanes, sabemos un dato que quizás se nos ha pasado por alto. (..) A éste le ofrecían las primicias de sus botines (..). En su origen y gesta de los Godos, el escritor nos menciona una tradición entre los bárbaros, con la cual ofrecían el sacrificio de parte de los botines de guerra al dios Marte.
Tradición esta que se ha querido ver en la costumbre impuesta por el rey Ramiro I de Asturias tras la batalla de Clavijo del año 884. El rey decide ofrecer al apostol Santiago Matamoros el botín obtenido tras el combate como muestra de gratitud por la victoria. Iniciando desde ese momento una tradición pactada con el santo, mediante la cual se entregaba anualmente una parte de las mejores cosechas y el pago del botín resultante en cada una de las batallas ganadas.
Muy posiblemente Ramiro I de Asturias sin saberlo, estuviera recuperando una tradición indoeuropea practicada por los pueblos germanos desde la antigüedad en honor a su dios de la guerra. Práctica que ya describía Jordanes en su libro al tratar el origen y la gesta de los godos. Y que de alguna u otra forma permanecía en el sentir popular alto medieval hispánico de aquellos descendientes del reino godo de Toledo.
Regresando al tema del paganismo entre los godos. Tenemos un entorno mágico que compartían con los celtas a modo de templo, el bosque. Y conocemos esto no solo por algunos textos escritos anteriormente en este artículo, donde los clásicos nos cuentan como sacrificaban prisioneros de guerra a Marte, si no porque él propio Tacito en su Germánia nos confirma tal suposición al decir:
(..) Por otra parte no consideran digno de la grandeza de los dioses encerrarlos entre paredes ni presentarlos bajo forma humana; les consagran bosques y arboledas y dan nombres de dioses a ese algo misterioso al que solo ven con los ojos de su veneración (..)
Era por tanto el bosque, o más bien determinados bosques consagrados, donde los godos encontraban a sus divinidades para ofrecerlas sacrificios y ofrendas. Teniendo predilección por una a la que llaman Gaut y que los romanos vinculan con Marte
Siguiendo con ese gran libro que es la Germánia, y en un intento de averiguar la posible “trinidad” pagana de los germanos. Sabiendo ya que los celtas tenían la suya propia, compuesta por Esus, Teutates y Taranis (Lucano, La Farsalia). Nos encontramos con el siguiente texto:
(..) De los dioses honran sobre todo a Mercurio, a quien consideran lícito hacer sacrificios con víctimas humanas en días fijos. Aplacan a Hércules y Marte con animales permitidos. Parte de los suevos sacrifican también a Isis. (..)
Tradicionalmente se ha identificado a Mercurio con Wotan / Lugh, a Hércules con Donnar / Taranis, y a Marte con el dios de la guerra germano Tyr / Teutates. Por tanto podemos decir que al igual que los celtas, los germanos tenían también una “trinidad divina” compuesta por tres dioses: Wotan, Donnar y Tiwaz / Mercurio, Hércules y Marte.
Comprender esto es muy importante, ya que va a ser la base de nuestro próximo razonamiento al utilizar esta comparativa para descifrar cual pudo ser aquel Gaut descrito por Jordanes basado en los textos de Virgilio. Aquel “padre Gradivo” como también se le nombra en la Getica, que no es otro que uno de los muchos nombres de Marte, cuyo significado está relacionado con el verbo latino Gradior significando “aprestarse al combate”
(..) El padre Gradivo que gobierna los campos goticos (..) / JORDANES LA GETICA /
Gaut era el dios del cual los godos se consideraban descendientes, y a Marte era a la divinidad que según Virgilio ofrecían sacrificios humanos en los brumosos bosques de norte Europa. ¿Eran la misma divinidad? ¿A qué dios se referían los romanos cuando le comparan con Marte?.
Creo oportuno para el siguiente razonamiento, recurrir a la vieja lengua indoeuropea. Atrasar nuestra investigación hasta los tiempos anteriores a los celtas y germanos. Cuando gran parte del norte de Europa se veía aun en la edad de piedra, a punto de entrar en la era de los metales. Un tiempo en el que reinaban poblaciones indoeuropeas primitivas recién llegadas a Europa desde Asia. Tribus que aun no podían ser llamadas ni celtas ni germanos, pero cuya evolución cultural y étnica daría origen a ambos pueblos. Hablo de los tiempos de la cultura de la cerámica cordada, también llamada la cultura del hacha de combate.
Sabemos a ciencia cierta hoy en día que los pueblos indoeuropeos introdujeron en Europa el patriarcado divino. Una religión basada en el heroísmo de los dioses celestes. Gran parte de los nombres de los dioses clásicos proceden de aquellos tiempos; El Jupiter romano fue Dius Piter (Dios padre). El Zeus griego fue Dieus, y para los pueblos que darían origen a los germanos fue Diwaz (Diuas / Dios).
A día de hoy casi todos los expertos en mitología germánica han llegado a la conclusión de que el primer dios en importancia durante los albores oscuros del proto germanismo, fue Tyr. Al que se le conoció con distintos nombres como Tiwaz, o el más ancestral Diwaz. Posiblemente el nombre de Diwaz proceda de la lengua indoeuropea arcaica Dieus / Dios
Diwaz por tanto significaría Dios, y es posible que sus orígenes se remontaran incluso a antes de la tradición germánica. Muchos estudiosos apuntan a un posible dios padre de las poblaciones norteñas que evolucionarían en germanos con la llegada de la edad del hierro. Diwaz no dejaría de ser entonces, un nombre primitivo de Tiwaz, que a su vez fue Tyr en la alta edad media, y a quien los romanos compararon con Marte. Por lo que podemos asegurar que Tyr fue Marte, y que Marte fue Diwaz.
Según la tradición escandinava alto medieval Tyr era el dios de la guerra, y de los juicios justos. Curiosamente igual que Teutates, el dios galo al que los celtas ofrecían sacrificios humanos en bosques, y que los romanos equipararon con Marte. Teutates, conocido como Telenvs en Hispania, toma su nombre del viejo indoeuropeo Teut – Tat – Es, cuyo significado es Dios Padre y señor, es decir, padre origen de la tribu, como Diwaz / Tyr
Antes vimos como los godos tenían una deidad padre de la cual se consideraban descendientes. Una deidad a la que llamaron Gaut y de la cual tomaron el nombre de Gautas. En alemán dios es Gott, y se piensa que procede precisamente de la palabra gótica Gaut, la cual significaría Dios. Por lo tanto es muy posible que el Gaut de los godos hiciera las funciones del Teut de los indoeuropeos en el bronce, y del Diwaz de los proto germanos. Un dios de la guerra, padre de la tribu, del cual los godos tomaron el nombre, y que los romanos vincularon con su divinidad de la guerra Marte.
Si esta teoría fuera cierta, Gaut no sería Odin, ni Wotan, como se ha venido pensando habitualmente, sino Tyr / Teutates / Marte / Diwaz, el primitivo dios de los proto germanos. Del cual el propio escritor Jordanes dice tiene prevalencia en culto e importancia por encima de otros dioses dentro del mundo godo (..) tenía más arraigado su culto que el de las restantes divinidades, ya que les parecía que su devoción por este dios era la que se debía tributar a un padre (..) JORDANES / Origen y gesta de los godos /.
Esta teoría, es sostenida hoy en parte por el especialista en el mundo arcaico de los godos profesor Wolfran, quien duda seriamente en sus trabajos, acerca de que Gaut pueda identificarse con Odin / Wotan.
Lo que está claro, y según hemos visto a lo largo de este articulo, es que los godos durante del siglo III e inicios del IV. Tuvieron los bosques como templos sagrados desde donde dirigirse a los dioses. Ofrecían sacrificios humanos al dios de la guerra “Marte” al considerar la sangre de dichos sacrificios como el elemento más propicio para la divinidad. Nuevamente Gómez Aragones relaciona esta creencia con un incidente histórico, cuando en el siglo V el godo Radagaiso amenaza a los romanos con ofrecer a sus dioses toda la sangre romana.
Sabemos que esta deidad era la preferida de los gautas, y que gobernaba las tierras donde habitaban. La honraban con una espada clavada en el suelo durante el siglo IV según Jimenez Gárnica, y la ofrecían parte del botín de guerra como gratitud por la victoria. Se consideraban descendientes de un dios / héroe de la patria llamado Gaut. Del cual, y según sus leyendas, ellos mismos se pensaban descendientes al ser el propio Gaut padre de la nación gauta / goda. Gaut comparte con otros dioses cercanos a los germanos determinadas características, como ser padre de la tribu, característica que le emparenta con la divinidad primigenia de los proto germanos Diwaz, quien a su vez se vincula al Teutates galo, y a su vez es vinculado con el Marte romano.
También sabemos gracias a textos clásicos, que Atanarico mandó construir un tosco ídolo de madera el cual simbolizaba a los dioses, y que amenazó a los cristianos con ser sacrificados a la divinidad si no la ofrecían ofrendas como hacían los demás godos. Jordanes relaciona esta deidad tallada en madera con los anses, los antiguos dioses godos, si bien no aporta el nombre de ninguno de ellos, pudiendo ser relacionada por simple deducción de lo expuesto anteriormente con “Marte”, que como hemos visto no es otro que Gaut / Diwaz, el primitivo dios proto germano padre de la raza y señor de la guerra.
Por tanto podemos asegurar, que en el moderno panteón escandinavo alto medieval Gaut no es Odin, sino Tyr. Pero.. ¿Qué quedó de todo ese paganismo original en el mundo godo alto medieval? ¿Y sería muy aventurado asegurar que dicho paganismo sobrevivió en la península ibérica bajo dominio visigodo?.
Durante la edad media los godos "humanizaron" a sus dioses transformándoles en héroes de sus cuentos y leyendas. Pasando a tener algunos de ellos atributos propios de sus viejas divinidades |
Resulta evidente deducir que ninguna cultura o religión desaparece de la noche a la mañana en ningún pueblo. Todo proceso de asimilación de nuevas identidades supone un tiempo de fusión donde unas se imponen a la otras.
Con los godos no ocurrió de forma diferente, y durante gran tiempo el arrianismo de Ulfilas convivió con el paganismo propio de las tradiciones visigodas. Estas tradiciones sobrevivieron al paso del tiempo fusionándose con las propias cristianas a modo de costumbres o creencias populares. Hay varios datos recogidos por Daniel Gomez Aragonés en su libro HISTORIA DE LOS VISIGODOS, que nos demuestran lo comentado, si bien con algunos matices que iremos desarrollando a lo largo de las próximas líneas.
Han sido muy populares y renombrados los concilios de Toledo en los que se hablaba del aumento de la herejía y el paganismo entre los godos. Interpretándose en algunos sectores dichos textos como una evidencia de supervivencia de cultos paganos pan germánicos similares a los vikingos entre los visigodos del siglo VI y VII. Nada más lejos de la realidad, y si bien es cierto que el paganismo estaba aumentando y aun vivía en parte de la Hispania de rural con una importante presencia de creencias antiguas. No menos cierto es que nada tenía que ver con los dioses nórdicos, ni con los dioses antiguos del mundo godo.
En el De Correctione Rusticorum se ofrece un importante conocimiento del mundo rural en Gallaecia, donde la gente de los campos aun practicaba la superstición. Por otro lado sabemos que en algunos montes de la Rioja, los lugareños seguían acudiendo a adorar al “monte” como elemento sagrado desde la antigüedad (morada de los dioses). Y que estas prácticas se mantuvieron de forma residual hasta el siglo VII.
Para más detalle en los concilios de Toledo XI (año 675) y XII (681), reinando en Hispania los reyes godos Ervigio (680 – 687) y Egica (687 -702). Se establecen normas de castigo para los “visigodos” que practicaran la idolatría y hechicería siguiendo las tradiciones y supersticiones de los hispanos que habitaban el mundo rural. Detrás de estas leyes podemos interpretar como los godos (si es que en aquellos años aun se puede hablar de godos como tales), especialmente los que estaban más en contacto con el mundo rural. Se estaban dejando influenciar por las tradiciones paganas de los campesinos, participando con ellos de las creencias y prácticas de adoración a espíritus vivientes en montes, arboles, ríos y piedras.
Por tanto podemos deducir como en efecto a lo largo del siglo VI bajo el mundo godo, el paganismo no solo aun estaba presente en la Hispania visigoda, sino que era practicado alarmantemente por los godos y por los hispanos. No obstante queda igualmente bastante claro que los visigodos ya no recuerdan a sus dioses germanos, sino que practican la hechicería y la superstición que encuentran en la Hispania rural, dejándose influenciar por dichas creencias populares.
Tampoco pienso que con esto se significara un olvido a sus creencia cristiana, sino más bien una fusión muy habitual en aquellos tiempos donde los hombres iban a misa por las mañanas y acudían a los campos o ríos por las noches, para pedir gracia o favores a viejos espiritus. A eso es a lo que se refiere el concilio de Toledo con “hechicería y superstición”.
Aún así en el cantar de Waltario del siglo X nos encontramos otro caso de supervivencia pagana mas “germánica” dentro del mundo visigodo. El cantar, traducido por Luis Alberto de Cuenca a lengua castellana, y que cuenta con la aportación de Jiménez Garnica en las anotaciones a pie de página. Aparecen numerosas reminiscencias del paganismo germánico a modo de pequeños “guiños” y gestos de los protagonistas, que Jiménez Garnica identifica con tradiciones y leyendas propias del mundo alto medieval germánico. Todas estas tradiciones culturales aun formarían parte de la “cultura” oral de los godos, no tanto como religión, sino como herencia cultural de origen pagano en tiempos cristianos.
Así pues en la aventura de la saga Waltario el héroe godo pierde una mano, como el dios Tyr. Y su rival queda tuerto de un ojo, como el dios nórdico Odin. Tras el combate la amada de Waltario, la hija del rey de los burgundios Hildegunda. Atiende ofreciendo comida y bebida a los héroes mutilados como hacían las walkirias en el Walhalla, cuidando de los caidos en combate.
Estos son solo algunos de los miles de guiños que se encuentran sutilmente repartidos por todo el cuento.
Concluimos por tanto que a lo largo de la alta edad media, el paganismo entre los godos continuo a modo de tradiciones residuales en héroes y leyendas, pero no como religión. Si bien, y como se expresa en los concilios de Toledo. El aumento del “paganismo” entre los godos destinados en el ámbito rural preocupa por su aumento. Lo que evidencia que no solo ellos, sino los propios hispanos aun tenían entre sus tradiciones prácticas paganas heredadas de la antigüedad, las cuales seguramente convivían sin mayor problema con el cristianismo imperante.
Es decir, y para que quede más claro.. los godos de los siglos VI y VII. Habían humanizado a sus dioses tradicionales convirtiéndoles en héroes de sus cuentos (cantar de Waltario). Practicando oficialmente el cristianismo, y extra oficialmente el paganismo rural vivo en Hispania. Cultos a los espíritus de los montes, ríos, piedras o bosques. Espíritus que a buen seguro hace cientos de años habían sido igualmente viejas divinidades del mundo romano o celta propio de la península.
Alvar Ordoño 2021 - Recreador e investigador histórico de los grupos; BAIRA, REGNUM CASTELLAE, HISPANIA DE LOS VIKINGOS e HISPANIA GERMANORUM -
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