El sustrato del pueblo turmogo parece ser de poblaciones indoeuropeas presentes ya en la Edad del Bronce, cercanas culturalmente a los cántabros y astures, y también a vacceos y autrigones, como muestran ciertos elementos.
En el siglo siglo IV a. C., coincidiendo con la última oleada de poblaciones célticas de grupos de Belgae desde la Galia, se acaba por conformar el complejo etno-cultural turmogo, con aportes poblacionales (preferentemente en las zonas llanas y fluviales) y elementos de aculturación céltica, que se muestran, por ejemplo, en los nombres de las localidades que les son atribuidas, además de las atribuciones en fuentes antiguas.
Aquí vemos el elemento mas típico de etnogénesis en toda la península ibérica de habla indoeuropea. Poblaciones proto célticas (indoeuropeas) procedentes de centro Europa en la edad del bronce, quienes desarrollan dos corrientes culturales propias en todos los sentidos; bronce de las Cogotas y bronce Atlantico. Y que a su vez sufren un nuevo proceso de celtización en mayor o menor grado de gentes procedentes nuevamente de Europa central, estos ya si con una cultura del hierro propiamente celta.
Aquí vemos el elemento mas típico de etnogénesis en toda la península ibérica de habla indoeuropea. Poblaciones proto célticas (indoeuropeas) procedentes de centro Europa en la edad del bronce, quienes desarrollan dos corrientes culturales propias en todos los sentidos; bronce de las Cogotas y bronce Atlantico. Y que a su vez sufren un nuevo proceso de celtización en mayor o menor grado de gentes procedentes nuevamente de Europa central, estos ya si con una cultura del hierro propiamente celta.
Ejemplos de elementos precélticos son la metalurgia, con espadas férricas de guardas curvas de origen atlántico y vasos cerámicos de formas paralelas a las cántabro-astures o los pies cerámicos en las vasijas que los ligan a los vacceos.
Ejemplos de elementos célticos son la onomástica, la toponimia (así el nombre de su capital Segisamo contiene la raíz céltica Segh* (= ”victoria, fortaleza”) y el superlativo -samo, con lo que viene a significar la “muy victoriosa”), la numismática (a principios del siglo I a. C. emitió monedas de metrología celtibérica, con cara con cabeza masculina barbada con el símbolo del delfín y la cruz con el motivo del jinete lancero típico del área celtibérica), o la presencia de broches de cinturón similares a los celtíberos, así como la organización socio-económica pastoril guerrera.
Los turmogos ocupaban la zona centro-occidental de la actual provincia de Burgos y parte de la oriental de Palencia.
Sus poblaciones respondían a dos tipos de construcciones, por un lado poblaciones amuralladas situadas en alturas superiores a los 1000 m, los conocidos y populares oppidum de los galos.
Y por otro lado asentamientos en zonas llanas dominando la cuenca fluvial de algunos rios o lagos. Construcciones estas también amuralladas para su defensa, pero quizás de menos importancia con respecto a la aristocracia guerrera de los clanes
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