Es menos conocido que Santiago Matamoros como patrón de España, pero mas importante que él en Castilla. Hablo de San Millán, patrón del reino desde la alta edad media. Un santo que fue heroificado por el sentir popular castellano siguiendo el más tradicional proceder de los pueblos indoeuropeos primitivos.
Al San Millán histórico lo encontramos en la Rioja a finales del siglo V y principios del VI como hijo de un pastor. El propio santo trabajó pastoreando los campos cuando era niño, hasta que a la edad de 20 años recibió la llamada de Dios. En ese momento decidió apartarse de toda vida social y hacerse ermitaño en los bosques y montes de la sierra de la Demanda que separa la meseta del valle del Ebro. Allí en roca viva excavo su propio hogar, siendo ordenado sacerdote por el Obispo de Tarazona Didimo del pueblo de Berceo a mediados del siglo VI (año 560)
Tras unos años experimentando la vida eremitica y clerical, San Millán decidiría regresar a la soledad de las montañas y la vida monástica del monasterio de Suso, donde murió a los 101 años. Una edad extremadamente avanzada para la época.
Su mito como patrón de Castilla con un cierto aire de "santo de las batallas", lo cual ya de entrada nos recuerda demasiado a esas deidades de las guerras propias del mundo indoeuropeo. Llegaría en el siglo X, muchísimos años después de su muerte.
Narra la leyenda, que en la batalla de Simancas durante el año 939. Ramiro rey de Asturias, Fernán Gonzalez conde de Castilla y García Sanchéz rey de Pamplona - Najera se enfrentaron al poderoso rey moro Adb al-Rahman III.
La batalla fue terriblemente violenta y dejó casi 10.000 victimas en el campo. Duró cuatro días que terminaron con el poder califal y la victoria cristiana. Durante los días previos a la batalla se vivió un eclipse total de Sol. Algo que aterrorizo a los musulmanes y cristianos y que fue descrito así por Kitad ar-Rawd.
(..) Encontrándose el ejército cerca de Simancas, hubo un espantoso eclipse de sol, que en medio del día cubrió la tierra de una amarillez oscura y llenó de terror a los nuestros y a los infieles, que tampoco habían visto en su vida cosa semejante. Dos días pasaron sin que unos y otros hicieran movimiento alguno. (..)
(..) Encontrándose el ejército cerca de Simancas, hubo un espantoso eclipse de sol, que en medio del día cubrió la tierra de una amarillez oscura y llenó de terror a los nuestros y a los infieles, que tampoco habían visto en su vida cosa semejante. Dos días pasaron sin que unos y otros hicieran movimiento alguno. (..)
Kitab ar-Rawd
Con un panorama así es fácilmente comprensible la predisposición de creer y crear mitos. Y es que fue durante la batalla, según cuenta la leyenda. El momento que escogió San Millan de Castilla para aparecerse a los cristianos cabalgando sobre un caballo blanco que atravesaba el cielo, lanza en ristre, dando aliento a los hispano norteños para que plantaran batalla a los infieles
Seguramente dicho de esa forma no inspire a nadie una reminiscencia pagana arcaica, ¿verdad?. Pero si cambiamos la escena y lo planteamos de la siguiente forma, seguro que muchos cambiáis de opinión.
Fue ese el momento que escogió Wotan para aparecerse a los vikingos cabalgando sobre su caballo blanco, que atravesaba el cielo lanza en ristre, dio aliento a los nórdicos para que plantaran cara a los cristianos.
Así si ¿cierto?. En realidad la escena no ha cambiado, es exactamente la misma. Lo único que he cambiado a sido el enfoque. Podemos comprobar como en realidad la figura de San Millán fue usada por los cristianos del siglo X como personaje histórico cristiano al que revistieron de elementos paganos que aun formaban parte de sus tradiciones y creencias mas atávicas.
El profesor Menéndez Pidal descubrió elementos del mundo germánico en la épica castellana, a lo que el profesor y arqueólogo Almagro Gorbea añadió elementos del mundo clásico indoeuropeo y celta. Todo ello lo vemos fusionado en el mito y leyenda de San Millán de la Cogolla, patrón de Castilla, y en parte, santo de las batallas al igual que Santiago Matamoros.
Los dos comparten elementos sagrados para el mundo indoeuropeo. Cabalgan caballos como los héroes del mundo clásico indogermánico (Almagro Gorbea - conferencia temas celtas en la épica castellana del poema de Fernán Gonzalez - diputación de Burgos año 2018) . Elemento que les vincula a modo de animal psicopompo sagrado entre el mundo del mas allá y el presente. Sus caballos son blancos, color sagrado desde el mas ancestral origen del mundo indoeuropeo (Almagro Gorbea - conferencia temas celtas en la épica castellana del poema de Fernán Gonzalez - diputación de Burgos año 2018). Un símbolo de la divinidad, el caballo celeste que participaría en la batalla de los Dioscuros romanos. Un elemento propio de los héroes arios desde que los indoeuropeos domaron este animal que se ve también representado en el mundo hindú por Kalki, el último avatar.
Las representaciones de jinetes heroicos montados a caballo acompañan el mundo peninsular desde las monedas de Numancia, normalmente por cierto, armados con lanza. Atributos del dios Lugus y Wotan. Hasta las innumerables estelas célticas en las que nuevamente héroes montados a caballo armados con lanza, representan divinidades o héroes que desconocemos a día de hoy. (Vease por ejemplo la estela de Lara de los infantes - Burgos - Museo arqueológico de Madrid)
Quizás mas sorprendente aún son las efigies de las cerámicas celtibéricas de la edad del hierro hispánica. En algunas, como por ejemplo El Castelillo de Aloza (Teruel) se aprecia con claridad un jinete a caballo, (dios o héroe nunca lo sabremos) montado el equino como elemento heroizante indoeuropeo, armado con lanza, algo que nos recuerda nuevamente demasiado a dos dioses celto germánicos Lugus y Wotan. Incluso en esa imagen se ve la figura acompañada por dos aves que bien pudieran ser dos cuervos (igualmente animales totemicos - Odin / wotan / Lugus).
Comprobamos aquí como elementos comunes al mundo indoeuropeo se repiten desde la edad del hierro hasta la edad media. El caballo como símbolo sagrado del héroe con atributos del mas allá, o del dios que cabalgando atraviesa el cielo llegando a la tierra.
Seguramente el dios germánico Wotan es ejemplo mas conocido a día de hoy de todo lo que estamos comentando. Dios padre de los nórdicos, y divinidad relacionada con la guerra. Un Dios que comparte demasiadas similitudes con nuestro San Millan. Cabalga el cielo con un caballo y lidera a su horda de guerreros en la cacería salvaje. Un dios de la guerra, invocado en las batallas armado con una lanza.
Evidentemente los cristianos de la batalla de Simancas, no estaban pensando en Wotan cuando vieron a su San Millan aparecer montado a caballo en el cielo. Pero sí estaban utilizando inconscientemente elementos paganos indoeuropeos al crear el mito. Elementos que formaban parte de su tradición, de sus supersticiones, de sus elementos arcanos inconscientes, de su propia cultura ancestral. La cual con el paso de los siglos fue adoptando elementos nuevos con los que convivieron. Y es que como bien apunta Almagro Gorbea, seguramente la épica medieval castellana no solo adoptó elementos propios del mundo germánico del que procedían buena parte de los reinos alto medievales españoles, sino también celtas de la edad del hierro, incluso arquetipos propios del lejano mundo del bronce indoeuropeo.
Todo ello acondicionado al momento histórico y a la sociedad concreta de un siglo concreto, crearon personajes y leyendas como la del Patrón de Castilla San Millán de la Cogolla. O Santiago Matamoros y su caballo blanco. El hijo del trueno que acompañó las milicias españolas desde la edad media hasta el renacimiento, y que unía el renacimiento con el pasado pagano de la Europa celto germana hasta la edad media.
Las divinidades y tradiciones paganas indoeuropeas no desaparecieron, se adaptaron a los nuevos tiempos y a nuevas creencias. Así pues, nuestro San Millan como mito, no como personaje histórico, no es mas que esa vieja divinidad ancestral que cabalgaba un caballo blanco como elemento celestial invocado en las batallas. El dios de la guerra del pasado, un santo en el presente. Que fue rescatado como mito en el siglo X bajo una capa de cristianismo adaptando con ello la leyenda a los nuevos tiempos y creencias. Pero que bajo ningún concepto nos puede hacer olvidar su origen como mito.
Una leyenda que le vincula con los dioses paganos de la guerra y las batallas que poblaron las montañas y bosques de Hispania antes de la llegada de la edad media, y que aun perdura en su esencia en el siglo XXI coronando templos en su honor bajo la imagen de iglesias y capillas.
Alvar Ordoño. Divulgador e investigador histórico. Recreacionista de los grupos BAIRA, REGNUM CASTELLAE. Fundador del proyecto HISPANIA DE LOS VIKINGOS. Escritor y articulista de los magazines. HISPANIA BARBARORUM / NUEVA GOTHIA. HISPANIA DE LOS VIKINGOS, RUEDA SOLAR, NUEVA BARDULIA y LA ERA DEL HIERRO.
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