miércoles, 24 de abril de 2019

Hispania de los Vikingos en el Norte de Castilla

El Espinar asiste este fin de semana a la mimada recreación de las invasiones vikingas de la Edad Media, evento de gran incentivo turístico


El Espinar acogerá este fin de semana a 215 recreadores históricos, ataviados con trajes de vikingo muy cuidados, espadas, hachas o escudos. ¿Quién hay detrás? César Turleque, uno de los organizadores de La Hispania de los vikingos, pone con cariño la etiqueta. «Se podría definir como un friki», responde sonriente. «Es gente con una afición terrible por la Historia y con una vocación de darla a conocer», explica este vigilante de seguridad, que ameniza sus jornadas de trabajo con un libro tras otro. El municipio acoge desde el viernes hasta el domingo un evento que agota las plazas hoteleras y congrega en su arboleda a las afueras del núcleo urbano a cerca de 4.000 personas.


Turleque, de padre espinariego y un habitual en el municipio en cualquier periodo vacacional, presentó el proyecto al Ayuntamiento en 2015, pero fue rechazado. Tuvieron mejor suerte en 2017 y la experiencia ha sido muy positiva. «Para mí fue una gran satisfacción, me habría encantado que mi padre hubiera podido verlo». La idea de este evento era sacar la recreación histórica de los centros urbanos de los pueblo (leer mas)

miércoles, 17 de abril de 2019

Conferencia Manuel Velasco. HdlsV 2019

Manuel Velasco es uno de los escritores de temática vikinga, ya sea de forma histórica, como novela ambientada en aquellos años, mas populares de este país.

Contamos con su colaboración en los diferentes eventos de la Hispania de los Vikingos desde hace ya muchos años, si no recuerdo mal desde el 2015, cuando participó por primera vez en unas conferencias durante el evento conmemoración a los 1000 años del ataque de Olaf Haraldosson a Hispania (1015 - 2015).

Ahora regresa a la Hispania de los Vikingos presentando su último libro el Viernes 26 de Abril a las 19:30 horas en la Plaza de la Constitución de El Espinar.




sábado, 13 de abril de 2019

Tarde Jugona 27 de Abril 2019. Hispania de los Vikingos

Para todos los interesados que acudan al próximo evento de la Hispania de los Vikingos 2019. Exposición de juegos de mesa estrategicos ambientados en las incursiones vikingas a Europa. 


El cráneo íbero mejor conservado desvela su rostro: la historia del guerrero decapitado por David Barreira

En algún momento comprendido entre los siglos III y II a.C., el pueblo íbero de los indiketas, asentados en la actual llanura del Alto Ampurdán, en Girona, se batió en armas con una comunidad vecina. De la batalla, como símbolo del triunfo, de superioridad sobre el enemigo, se trajeron en una red o atada a las crines de los caballos la cabeza decapitada de un joven guerrero rival de unos 18 años. Tras embadurnarla con aceites y resinas la fijaron a la pared de madera del caserío de los líderes de la tribu con un clavo de 23 centímetros de longitud. Expuesto en ese lugar, el cráneo se convirtió en un trofeo de guerra, en un elemento de poder.

La cabeza del joven guerrero fue hallada en 2012 en el Puig de Sant Andreu, uno de los yacimientos ibéricos de Ullastret, y el análisis antropológico ha revelado datos curiosos sobre su fisiología: no podía tener más de 18 años porque no le habían salido todas las muelas; además, en el esmalte de los colmillos hay rastro de desequilibrio nutricional padecido durante la infancia, hacia los 4 años, por carencias en la dieta o alguna enfermedad. Pero lo que más asombra es ese clavo que le atraviesa desde la parte superior de la frente a lo que sería la nuca.

"Es el cráneo mejor conservado de la Edad de Hierro que hay a nivel europeo", explica Gabriel de Prado, responsable del Museo de Arqueología de Cataluña Ullastret a este periódico. El arqueólogo, junto con su colega Carme Rovira-Hortalà, comisionan la exposición temporal Cabezas cortadas. Símbolos del poder, que acoge el Museo Arqueológico Nacional hasta el próximo septiembre y que ahonda en la finalidad de comprender un ritual, el de cercenar testas, registrado de forma prolongada desde la Antigüedad. La muestra reúne 61 piezas arqueológicas y etnográficas, apoyadas en recursos audiovisuales, que permiten adentrarse en las raíces del fenómeno y su dimensión cultural.


Al mismo tiempo que el cráneo del joven íbero, fallecido en uno de sus primeros combates, fue clavado en el dintel de una puerta o una habitación, su cuerpo quedó abandonado en el campo de batalla, a la intemperie, como alimento de los animales de los alrededores. Esos huesos nunca han sido hallados ¿Pero cómo han podido determinar los investigadores que se trata de los restos de un guerrero enemigo de los habitantes de la zona? "Casi el 80% de los individuos que hemos documentado en toda la zona del noreste de la Península presentan heridas de guerra compatibles con arma blanca, con espadas, con lanzas", responde De Prado. "Son personas que están acostumbradas a la lucha, al combate, y de ahí su atribución".

El fenómeno de las cabezas enclavadas no es exclusivo de los yacimientos arqueológicos de Ullastret, que entre los siglos VI y II a.C. constituían una auténtica ciudad con un territorio de más de 15 hectáreas. En Puig de Castellar, en Santa Coloma de Gramanet, el historiador Ferran de Sagarra descubrió durante unas excavaciones en 1904 restos humanos que presentaban estas características. También se han registrado hallazgos similares en el sur de Francia, en la zona de la Galia meridional.

"La finalidad de los cráneos es exhibirlos como un trofeo de guerra", añade el comisario de la exposición. "El clavo no deja de ser un elemento para sustentar la cabeza en un lugar preeminente, visible, y no es la causa de la muerte. Estos individuos han muerto en combate; una vez muertos se les corta la cabeza, por decapitación posterior o por delante, y después las cabezas se exhiben en lugares públicos, muy visibles. En el caso de Puig Castellar, en la propia muralla, en la entrada del poblado. En el caso de la ciudad de Ullastret, los encontramos en grandes casas que pertenecían a la aristocracia y a las élites de la ciudad".

La posibilidad de analizar estos huesos de los antiguos íberos, un pueblo que tenía el rito funerario de la cremación de cadáveres, llevó a los investigadores a un reto mucho más ambicioso: recrear el aspecto físico de estos seres humanos, sus ropajes y su modo de vida. De hecho, de nuestro protagonista, el joven guerrero, ha sido posible reconstruir su rostro gracias al trabajo del forense Philippe Froesch, basándose en métodos empleados por la policía y programas científicos "fotorrealistas". Y vemos a un chico de melena morena, con una frente prominente y una mirada sincera, inocente.

Según Gabriel de Prado, "la exposición reúne por primera vez de forma conjunta una parte importante de estos restos", procedentes en su mayoría del Museo Arqueológico de Cataluña, el único de Europa que posee una amplia colección de cráneos recuperados de los siglos III y I a.C. "Además, hemos querido dar una visión transversal de este fenómeno, que va más allá de culturas y cronologías: lo encontramos ya en la Prehistoria y en la Edad de Bronce final, en el Neolítico, y llega hasta nuestros días". Y en toda la historia del arte: ahí está el Judit y Holofernes de Artemisa Gentileschi o a Perseo con la cabeza de Medusa, la escultura de Cellini.

El comisario recalca la complejidad de una práctica —incluía la exhibición de armas enemigas inutilizadas, por ejemplo— desarrollada también por los celtas —decapitaban a sus enemigos para evidenciar la victoria y apropiarse de su fuerza, como se representa en el báculo del Museo Numantino— o los propios romanos. De hecho, en la exposición, que cuenta con piezas de cerámica o un "espacio para la reflexión" sobre el ejercicio de la violencia como elemento innato a la condición humana, se muestra un denario romano que retrata a Marco Sergio Silo, antepasado del magistrado monetal, a caballo y sosteniendo la cabeza cortada de un guerrero galo.

Fuente original extraída de: El Español