miércoles, 30 de mayo de 2018

Castilla bajo el reinado de Ramiro I de Asturias

Durante el reinado de Alfonso II, Ramiro I de Asturias (hijo de Bermudo I), fue nombrado gobernador de Galicia probablemente hacia el 830, ante la falta de descendencia propia de Alfonso II.

Ramiro y su primera esposa Urraca fueron padres de Ordoño I de Asturias, y se encontraba en Bardulia para contraer nuevo matrimonio con Paterna, hija de un noble castellano, cuando sucedió la muerte de Alfonso II. En este momento Ramiro tenía ya cincuenta años. Estando aún en Castilla conoció también el encumbramiento del conde palatino Nepociano, casado con una hermana de Alfonso II, como rey. Ante este hecho, Ramiro regresa apresuradamente a Galicia, donde tiene gran cantidad de partidarios, reúne un ejército en Lugo y marcha hacia Asturias.

Se produce un enfrentamiento entre sendas facciones entre Cangas de Onís y Tineo. Poco después, Nepociano es abandonado por los suyos y tiene que huir hacia Oviedo. Pero los condes Escipión y Sonna le alcanzan cerca de Pravia y le llevan en presencia de Ramiro I. El castigo para Nepociano consistió en sacarle los ojos y su posterior confinamiento en un monasterio. En el verano de este mismo año Ramiro es coronado rey en Oviedo a la manera gótica, dando vía libre a la sucesión hereditaria, abandonándose la elección. De él partirá la línea dinástica que perdurará durante varios siglos.

El rey Ramiro I se encontraba en Bardulia, la primitiva Castilla contrayendo nupcias con una joven castellana hija de un aristócrata cuando conoció el nombramiento de Nepociano como rey.
Ante el suceso, Ramiro I regresó a Galicia y organizó un ejercito para enfrentarse contra su adversario

En esta lucha, Ramiro fue apoyado por los magnates gallegos, mientras Nepociano es sostenido por los mandatarios astures, cántabros, castellanos (a pesar de que Ramiro estaba casado con una castellana) y vascones. La coronación de Ramiro I como rey no acabó con las conjuras palaciegas y el enfrentamiento de las diferentes tendencias que ya empezaban a apuntarse en el reino asturiano.

Ramiro I es denominado el de la Vara de Justicia, porque hizo desaparecer a los bandidos de Asturias, sacó los ojos a los ladrones que capturaba y enviaba a la hoguera a los adivinos y magos. Además, durante su corto reinado tuvo que hacer frente a varias rebeliones palaciegas. Los enemigos externos también atacan.

Los dos primeros jueces legendarios, Nuño Rasura y Laín Calvo, fueron nombrados en el año 842 y según la tradición, crónicas y obras literarias posteriores (como el Poema de Fernán González) fueron antepasados directos de Fernán González (en el caso de Rasura) y del Cid Campeador (en el de Calvo). Tal parentesco está apoyado únicamente en documentos literarios y no tiene aval histórico cierto.

Et los Castellanos que vivian en las montañas de Castiella, faciales muy grave de yr à Leon porque era muy luengo, è el camino era luengo, è avian de yr por las montañas, è quando allà llegagan asoverviavan los Leoneses, è por esta raçon ordenaron dos omes buenos entre si los quales fueron estos Muño Rasuella, è Laín Calvo, è estos que aviniesen los pleytos porque non oviesen de yr à Leon, que ellos no podian poner Jueçes sin mandado del Rey de Leon. Et ese Muñyo Rasuella era natural de Catalueña, è Laín Calvo de Burgos, è usaron así fasta el tiempo del Conde Ferrant Gonçalvez que fue nieto de Nuño Rasuella

Tit. Por qual raçon los fijosdalgo de Castiella tomaron el fuero de Albedrío

En el 843, el hijo de Abderramán II, al-Mutarrif vuelve con una expedición contra el norte peninsular. Pero el resultado no debió valer la pena y no volverá a haber acciones importantes hasta el 846.

En el 844 llegan por primera vez los vikingos a las costas españolas. Realizaron un intento de desembarco fallido frente a Gijón y se dirigen hacia la Torre de Hércules (Brigantium), cerca de La Coruña. Mientras estaban saqueando La Coruña y Betanzos, fueron sorprendidos por un ejército asturiano y tuvieron que retirarse con la escuadra maltrecha y gran cantidad de muertos.

Durante el reinado de Ramiro I de Asturias, llegaron los vikingos o Lordemanos por primera vez a España. Avistados en Gijón, fueron perseguidos por los ejércitos del rey hasta ser derrotados en Galicia junto a dos caballeros gallegos de nombres Olmundo y Egica

Las cosas tampoco estaban fáciles para el emir cordobés: a las rebeliones del gobernador de Zaragoza, hay que sumarle las incursiones normandas y la rebelión mozárabe en torno a Toledo al frente de San Eulogio y Álvaro (850).

Ante los problemas internos cordobeses, Ramiro aprovecha para ampliar los límites de su reino llegando a León, antiguo campamento romano, que parecía una buena base para organizar una nueva zona de repoblamiento. Pero 'Abd al-Rahman II, preocupado por este avance asturiano, envió a su hijo Muhámmad al mando de un expedición que tomó León (846). Los asturianos huyeron despavoridos, incapaces de hacer frente a las máquinas de guerra cordobesas. Muhámmad incendia León y abre grandes brechas en las murallas, retirándose después. León quedó desierta hasta varios años después.

Ramiro murió en 850 en el palacio del Naranco, siendo enterrado en Oviedo, en el panteón de los reyes que había erigido Alfonso II, junto con su esposa Paterna. Durante el breve y tumultuoso reinado de Ramiro I se edifican las más notables construcciones del prerrománico asturiano: la iglesia de San Miguel de Lillo y el palacio de Santa María del Naranco. Además, cuatro siglos después, el arzobispo Rodrigo haría al rey Ramiro I protagonista de una famosa e irreal batalla, la batalla de Clavijo.

Los años del reinado de Ramiro I suponen un parón de la repoblación por tierras de Castilla. En un ambiente de desorden y continuas rebeliones, aparecen en las leyendas los Jueces de Castilla. Sus nombres son Nuño Rasura o Rasuella y Laín Calvo e impartirían justicia entre los castellanos apoyándose en las costumbres y cuyas sentencias se denominaban fazañas, sin tener en cuenta el Liber Iudiciorum, de herencia visigoda, que se respetaba en el resto del reino asturiano. Posiblemente fueron dos, para que cuando uno de ellos viajara a la corte astur, otro se quedara en el condado para mantener la justicia.

Ramiro I de Asturias apoyado por la nobleza gallega, y teniendo en su contra a la aristocracia asturiana y castellana, al menos en sus primeros años de mandato. Ofreció una regencia dura y disciplinada en todo el reino

Munio Núñez de Brañosera, primer repoblador de Castilla en el siglo IX

Munio Núñez de Brañosera (m. después de 824) tomó parte durante el siglo IX en la repoblación de la zona que se extiende desde las montañas de Cantabria hasta las orillas del Duero. Fue el antepasado de los condes de Castilla y del linaje de los Lara.

El 13 de octubre de 824, durante el reinado del rey Alfonso II de Asturias, Munio y su mujer Argilo otorgaron el famoso fuero de Brañosera a los cinco vecinos que fueron a poblar el lugar.

Aunque no se menciona en la documentación o en las crónicas de la época, se supone que fue padre de por lo menos dos hijos:

Nuño Muñoz, quien sería el padre del conde de Castilla Munio Núñez.

Fernando Muñoz, padre de Gonzalo Fernández el progenitor del conde de Castilla Fernán González. En 912, confirmó la carta puebla de Brañosera calificando a los otorgantes originales, Munio Núñez de Brañosera y Argilo, como sus abuelos.

Nuño Fernández, conde en Castilla y en Burgos. ​Fernando Muñoz también pudo ser padre del conde Rodrigo Fernández que aparece confirmando una donación al Monasterio de Cardeña junto con su posible hermano Nuño.

Bibliografía
Martínez Díez, Gonzalo (2005). El Condado de Castilla (711-1038): la historia frente a la leyenda (Tomo I). Valladolid. ISBN 84-9718-276-6.


Repiblacion de Castilla entre los años 822-842

Tras morir al-Hakam I, su sucesor 'Abd al-Rahman II ha de hacer frente a multitud de rebeliones internas. Aun así, viendo el progresivo avance asturiano por la zona del Ebro, realizó una primera incursión el verano del 822. 'Abd al-Karim invade las tierras de Álava, saqueándolas. Tras recibir promesa de sumisión por parte de castellanos y alaveses, 'Abd al-Karim volvió a Córdoba llevando en garantía numerosos rehenes.

Esta terrible expedición afectó casi únicamente a la región de Álava. Y en noviembre de ese mismo año, va a haber nuevas repoblaciones en la zona de Valdegovia.

En el norte de Palencia la repoblación no se detiene. Un conde magnate, llamado Munio Núñez, fue dirigiendo a los foramontanos hacia la zona de Campoo. El fuero de Brañosera, concedido por dicho conde y su esposa Argilo el 13 de octubre de 824, es posiblemente el primero en Europa.

En el año 825 dos ejércitos cordobeses se dirigieron de nuevo hacia la parte oriental del reino asturiano, atacando a la vez Álava y Castilla. Habrá otra razzia más en el 826 sobre el valle de Mena y los territorios limítrofes del valle de Losa y Espinosa de los Monteros. Después hubo unos años de paz hasta que en el 830, un hijo de 'Abd al-Rahman penetra hasta Sotoscueva, tomando el castillo de al-Garat. Una violenta insurrección en Toledo suspenderá durante casi diez años las aceifas sobre el reino asturiano.

Sigue habiendo presuras y la repoblación no se detiene. Y tras la tregua forzosa del 830, un nuevo impulso de repoblación se localiza tras las montañas de la cordillera Cantábrica. Por otra parte, puede que tras las expediciones anteriores, los asturianos se dieran cuenta de la importancia que tiene el desfiladero de Pancorvo como paso estratégico y van a intentar mantenerlo bajo sus manos.

En el 837 Abderramán II entra en Toledo sofocando su rebelión. Poco después tres ejércitos se encaminan hacia el reino de Asturias. El primero ataca Galicia, el segundo se dirige hacia León y el tercero vuelve a golpear Álava y Castilla. En esta expedición se conquista una fortaleza, que probablemente sea Pancorvo. Pancorvo es la llave de Castilla y Álava y a partir de ahora este va a convertir el punto desde el cual se van a organizar todas las operaciones de saqueo por parte de los cordobeses. Habrá que esperar hasta los años alrededor del 870 para que Pancorvo vuelva a estar en manos asturianas.

Y con esta importante plaza bajo su poder, Abderramán II organiza una aceifa en el 838. Esta expedición estaba comandada por Ubaid Allah ben al-Balesi, remontó el río Ebro, pasó por la zona de Villarcayo y asoló la región de Sotoscueva "consiguiendo una gran victoria".

Sin descanso para los habitantes de Álava, el 839 Musa ibn Musa, el jefe del importante clan de los Banu Qasi que gobernaban el valle del Ebro en torno a Tudela y Zaragoza, penetra en Álava y la saquea.

Poco después, en el 842 muere Alfonso II tras un largo reinado en el que había expandido su reino haciendo frente en la medida de sus posibilidades al su poderoso vecino sureño.


Primeras repoblaciones de Castilla. Primera etapa (791-822)

Aprovechando los momentos de debilidad del emirato de Córdoba, van a atravesar la Cordillera Cantábrica desde las tierras de Cantabria y Vizcaya personas que realizarán presuras de terrenos, restaurarán iglesias y recuperarán molinos. Estos movimientos migratorios no son patrocinados por los reyes asturianos, sino por abades y familias de poder. Son varias las aceifas musulmanas que van a tener que soportar y poca la ayuda que pueden recibir desde la lejana capital asturiana.

Existieron tres núcleos iniciales de repoblación: el Valle de Mena desde Taranco, Valpuesta y el núcleo occidental. Además de estos, en 814 los foramontanos, un nombre que indica que procedian de un lugar situado fuera de las montañas, posiblemente del valle del Ebro, salen de Malacoria y van hacia Castilla (según los Anales castellanos). Esta noticia hace que actualmente no se esté seguro del recorrido exacto de esta migración, existiendo varias hipótesis. El periodista Víctor de la Serna, estudioso del tema, publicó en 1956 su libro La ruta de los foramontanos recibiendo el Premio Nacional de Literatura.

Va a haber importantes corrientes migratorias hacia tierras incultas para obtener nuevas tierras de cultivo, y así paliar la falta de alimentos debida a la superpoblación y a las malas condiciones climáticas. De todas formas, aún no existe un sistema defensivo organizado y capaz de hacer frente a las aceifas cordobesas. Será más adelante cuando los reyes asturianos se preocupen de defender adecuadamente la zona.

Sólo cuando los cordobeses tienen problemas internos es cuando existen movimientos repoblatorios, sucediéndose acciones militares entre 791 y 822. A pesar de estas continuas aceifas, los dos núcleos del valle de Mena y Valpuesta no parecen haber sufrido sus efectos, al contrario que Álava, Castilla (entendiendo Castilla como la zona de Espinosa de los Monteros y Sotoscueva) y la zona en torno a Miranda de Ebro.


Conmemoración de los soldados españoles del 1740 en Florida (USA)

Ceremonia en honor a los Soldados Españoles que lucharon y murieron en el Presidio de San Agustín de la Florida durante la invasión Britanica de 1740. Parte I. 26 de Mayo de 2018.
Cortesía Orlando Ramirez II. San Agustín de la Florida. USA.































lunes, 28 de mayo de 2018

Caballero muladí de la taifa toledana durante el siglo XI

Hace ya unos cuantos años intenté dar forma a un guerrero muladí hispano musulmán, no confundir con "moro", de la taifa de Toledo. 

Si bien a día de hoy aun no se pone la gente de acuerdo acerca del uso de las armaduras laminadas de cuero, excluyéndolas algunos expertos del uso común en occidente. Yo pené que sería mejor utilizar una de ellas en el caso del caballero musulmán. ya que si bien es cierto a finales del siglo XI posiblemente ya fueran anomalías, incluso en el siglo XI y posiblemente durante el siglo X.

No menos cierto es que en buena parte del mundo musulmán norte africano están documentadas de alguna u otra forma desde Egipto hasta Turquía. 

El turbante atado al yelmo, es ora característica propia del mundo musulmán, y normalmente era usado por jefes, capitanes o lideres religiosos en combate.

Broches, hebillas y fibulas visigodas en la península entre los siglos V al VIII

Importante gráfica para comprender la evolución de las fibulas, hebillas y broches a lo largo de los siglos bajo influencia de los reinos germánicos occidentales. Especialmente en este caso el visigodo.

La entrada en un nuevo siglo, no destierra todo lo anterior, pero si comienza a ser residual según avanza el nuevo tiempo. Siempre basándonos que finales del un periodo es mas similar a comienzos de otro. Es decir; finales del siglo VI es mas similar a principios del siglo VII que a finales de ese mismo siglo.

La hispania de los bárbaros

Recreación de una fibula o broche para sujetar las capas propio del periodo de los reinos germánicos occidentales en Hispania durante el siglo VI. Correspondiente a la tabla gráfica de G Ripol, toréutica visigoda entre los siglos V al VIII

La foto pertenecía al grupo de recreación tardo antiguo HG (Hispania Germanorum), y fue tomada en un lugar de la sierra de Guadarrama, o como decía Alfonso X, la sierra del Dragón


La expansión bajo Requila y Requiario (438-456)

Tras el abandono de Hispania por los vándalos, los suevos intentaron extender su influencia fuera de la Gallaecia, sobre las otras provincias de Hispania, más ricas y urbanas. Sin embargo sus acciones se limitaron al saqueo y al pillaje y no lograron consolidar el dominio de ningún territorio fuera de la Gallaecia, e incluso dentro de ella muchas zonas escapaban a su control que se circunscribía a la mitad suroccidental de la provincia. Esto era debido fundamentalmente a su escaso número en relación con la población total. Se estima que los suevos no sobrepasarían las veinticinco mil personas, mientras que la población galaica hispanorromana rondaría las setecientas mil almas.

"Para estos años Hidacio nos señala minuciosamente las continuas escaramuzas entre los suevos y la población provincial, en una relación interminable de saqueos y acuerdos de paz que se rompían con facilidad". El propio obispo Hidacio negoció en 433 con el rey suevo Hermerico un acuerdo para alcanzar la paz, pero ésta no se lograría plenamente hasta cinco años después con el acuerdo suscrito por el rey con la aristocracia galaica.


En el año 455 bajo reinado de Requiario, hijo de Requila, los suevos llegaron a dominar gran parte de la mitad occidental de Hispania

Con el rey Requila el reino suevo alcanzó su mayor expansión. En 438 encabezó una campaña contra la Bética donde derrotó a orillas del río Genil a un ejército organizado por la aristocracia local y comandado por un tal Andevoto. En los dos años siguientes ocupó Augusta Emerita (Mérida), capital de la Lusitania, y Mértola (Myrtilis) y en el 441 logró entrar en Sevilla, la capital de la Bética. 

"Esta última conquista debió permitirle extender su influencia incluso por la Cartaginense. En esos momentos, principios de la década de los cuarenta, tan solo la Tarraconense se mantenía bajo el estrecho control imperial, muy posiblemente con la ayuda de tropas de foederati visigodos".​

En el 446 un ejército de «federados» visigodos al mando de un magister utriusque militae llamado Vito fue derrotado por los suevos cuando intentaba recuperar la Bética para el Imperio. Dos años después moría Requila al que le sucedió su hijo Requiario. 

Este intentó en primer lugar fortalecer el reino suevo para lo que intentó un acercamiento al reino visigodo de Tolosa de Teodorico I casándose con una princesa visigoda. A su vuelta de la corte visigoda apoyó una nueva revuelta bagauda que había estallado en la Tarraconense, sumándose al saqueo y al pillaje. La revuelta bagauda fue finalmente reprimida por el un ejército visigodo al mando de Federico, hermano del rey Teodorico II. 

En cuanto a los suevos firmaron en 453 un acuerdo con un representante del Imperio, el comes Hispaniarum Mansueto, para poner fin a sus incursiones en la Tarraconense.



Muy posiblemente el principal problema por el cual Hispania no llegó a ser sueva antes que goda, fue el escaso numero poblacional de los suevos, lo cual les impidió controlar grandes extensiones de terreno. Unido a los conflictos con la población local, a la cual no pudieron dominar precisamente por su escaso numero

sábado, 26 de mayo de 2018

Germanos en época de las migraciones

Guerrero germánico de la época de las migraciones. Bien pudiera tratarse de un visigodo, ostrogodo, vándalo, incluso suevo del siglo V, quizás y mas especialmente VI


Recreando el mundo alto medieval castellano

Gente del grupo Regnum Castellae en la pasada edición de la HdlsV 2018 recreando en el campamento mercenarios del reino de Castilla durante el siglo XI.

Es posible que a muchos os suenen algunos de ellos, son habituales en las fotos de recreación histórica del reino de Castilla, y en estas paginas. No son frecuentes los grupos que profundicen en el mundo alto medieval castellano, Regnum Castellae son un ejemplo.

La hispania de los vándalos. SIglo V

Un guerrero vándalo de las huestes de Genserico, parece prepararse en las playas de algún lugar indeterminado de la vieja Vandalucia, quizás Andalucía, esperando la orden de su rey para embarcarse a la conquista de África tras abandonar Hispania 

lunes, 21 de mayo de 2018

Turmogos, celtas en Castilla norte. Habitantes de la ribera del Odra antes de la conquista de Roma.

Se trata del pueblo más silenciado en las fuentes antiguas, quizá por su escasa significación durante el proceso de conquista romana. Las pocas menciones referidas a los turmogos se deben, en unos casos, a fuentes de carácter geográfico-topográfico, de Plinio, Estrabón, Ptolomeo, Itinerario de Antonino o el Anónimo de Rávena; en otros, a citas históricas en relación con la implicación de este territorio en las campañas contra cántabros y astures, en época de Augusto, recogidas en la obra de Floro y Orosio.
    
La arqueología ve la formación de este pueblo en el tránsito del Bronce a la Edad del Hierro con el aporte de elementos de origen celta, especialmente en los poblados cercanos a los valles de los ríos y en zonas llanas.

Los límites geográficos de este pueblo estaban prácticamente en la actual provincia de Burgos. Al norte limitaban con los cántabros en la zona del Páramo de Lora; hacia el Este y Noreste, por la Sierra de la Demanda, Montes de Oca y Salas de los Infantes, con los Autrigones. Al Oeste eran vecinos de los vacceos, a lo largo de los ríos Odra, Pisuerga y Arlanza. Sus límites meridionales serían con los Vacceos y Arévacos, a través de una línea imaginaria entre Solarana y Hortezuelos.

La distribución del poblamiento turmogo por este territorio es de dos tipos. Poblados en zonas altas, superiores a 1.000 metros, de economía ganadera; y asentamientos en zonas de páramo dominando alguna cuenca fluvial, en algunos casos con elementos (defensivos como murallas, y en los que la actividad económica estuvo más desarrollada, combinando la ganadería con una importante agricultura cerealística.

Las principales ciudades de los Turmogos aparecen mencionadas en obras geográficas y guías de caminos antiguas. Ptolomeo I cita en primer lugar Ambisma, cuya localización no es precisa, si bien se tiende a situarla fuera de la provincia de Burgos, entre Herrera de Pisuerga y Carrión de los Condes. Otro núcleo es Braum, cuyo emplazamiento igualmente presenta diversas hipótesis. La más antigua la identifica con Burgos capital, mientras que hoy tiene más adeptos su ubicación en Huérmeces, Ubierna o La Nuez de Abajo, siendo esta última la que a nosotros nos parece más viable, por su situación estratégica en el Valle del Río Urbel, por la potencia del yacimiento y por su continuidad en época romana. Deobrigula es otra ciudad mencionada es obras geográficas y también en el Itinerario de Antonino y en el Anónimo de Rávena, como mansión de la vía oficial romana 32. Su localización, discutida antiguamente, no ofrece actualmente ninguna duda: se debe identificar con Tardajos, en cuyo término se localiza, en la zona de "El Castro", el primitivo asentamiento con materiales que se remontan a finales de la Edad del Bronce hasta finales del siglo I a.C., fecha en la que se traslada el poblado a la zona de vega que rodea Tardajos, con una secuencia cronológica que llega hasta finales del siglo IV o comienzos del V d.C. Otra ciudad, mencionada sólo en el Anónimo de Rávena es Mancellus, cuya atribución más probable sea la de Lerma, localidad que estaba atravesada por una vía romana que desde Clunia enlazaba con la 32 que pasaba por Tardajos, y en la que actualmente hay incluso una ermita dedicada a la Virgen de Mancelus. Aunque para Ptolomeo Pisoraca (Herrera de Pisuerga) sea una ciudad turmoga, la evidencia histórica actual hace que la incluyamos en el ámbito cántabro. La ciudad que debió tener una mayor importancia entre los Turmogos, y la que al mismo tiempo aparece más citada, es la de Segisamo (Sasamón). Fue un asentamiento que se inició en la II Edad del Hierro y que pervive hasta el siglo IV/V d.C Se la cita siempre como el núcleo más importante de los turmogos, su capital, que debió de cobrar un auge mayor con el establecimiento del campamento romano de Augusto durante las Guerras Cántabras, así como por ser mansión de la via 32.

Las actividades económicas más relevantes de los turmogos, en parte ya citadas, dependen de la ubicación de sus poblados, ganaderas en los ambientes de serranía, complementadas con actividades de caza; y por el contrario, en aquellos poblados más bajos, cercanos a los valles fluviales, vemos que la agricultura fue el sector principal, como se atestigua por los restos de instrumentos de labor recuperados, incluso con la existencia de silos excavados en la roca para el almacenaje de grano. Respecto a la artesanía, en casi todos los poblados se documenta la textil, con pesas de telar y fusayolas, así como la fabricación de cerámicas y de instrumentos de metal.

Articulo del blog www.sandovaldelareina.com