martes, 30 de abril de 2013

Baelisto dios del sol brillante, la luz y del fuego purificador. Señor de Beltaine

Baelisto es una deidad adorada por los celtas de la Rioja, los berones. No se han encontrado muchas referencias a este dios en la geografía hispánica. Tan solo la ya mencionada en la Rioja (Castilla) y en Asturias, tierra de los astures, donde aun hoy sobreviven algunos topónimos de pueblos que hacen relación directa al dios, como el pueblo de San Juan de Beleño, en la ya citada Asturias.

Muy posiblemente Baelisto y como ocurre con gran cantidad de dioses en las Galias y en Hispania, está vinculado a un lugar concreto. Por lo cual es complicado encontrar mas referencias al dios fuera de ese ámbito cultural o geográfico, al menos con el mismo nombre.

Andoni Saenz de Buroaga (Referencias al culto precristiano del monte Bilibio). Cree emparentar al dios de los berones Baelisto, con un culto a los montes y alturas, algo también muy extendido entre las religiones naturalistas como fue la celta. Esto no significa que fuera una deidad de los montes, aun cuando posiblemente ejerciera un poder sobre su territorio, sino quizás mas bien que para la nación de los berones el dios viviera en el monte Bilibio.

La composición del nombre Baelisto, parece vincularlo claramente con el radical Bhel “blanco / brillante” y la terminación “sto”, con “el que mas”. De tal forma una interpretación muy aproximada desde el punto lingüístico del nombre, nos dice que Baelisto significaría “el mas resplandeciente / el mas brillante”, es decir, el Sol.

Parece muy evidente que Baelisto tiene una relación directa con el también dios de los galos Belenos / Apolo, siendo ambos dos dioses símbolos no el poder del sol como tal, es decir, de la fuerza bruta o heroica. Sino de la luminosidad del sol, de la luz, del fuego. Yn dios que representa al fuego, como medio de luz, de grande, de poder purificador de las cochechas, ganado, y malos augurios. Así al menos estaba considerado en las Galias, donde los hermanos del otro lado del pirineo le consagraron la fiesta de Beltaine.

Aun cuando es cierto que muy posiblemente Baelisto sea el mismo dios Belenos de los galos, al menos comparte si simbolismo solar, luminoso y de fuego. No se puede demostrar y seguramente nuca podremos, por ello lo trataremos como un dios semejante pero no igual.

Baelisto será el dios purificador, el dios de la luz resplandeciente, el dios del sol como símbolo del fuego que purifica, que da perdón, que nos limpia de nuestras malas acciones cuando mostramos arrepentimiento.

Es un dios protector al que los galos ofrecían ganado para que atravesara las llamas de las fogatas en su honor durante el Beltaine para que de esta forma fueran purificadas de malas energías, a la par que protegidas.

Hoy en día se cree ver en la tradición soriana del “paso del fuego” una reminiscencia de los rituales celtas hispánicos de purificación. Donde los guerreros o gentes del pueblo, cruzarían las brasas tiradas en el suelo, unos como símbolo de valor, y otros como símbolo purificador.
Publicado por la FRS 1 de Julio del 2011 


miércoles, 24 de abril de 2013

Beltaine, ritual de Belenos

Beltaine significa literalmente, si se acepta la composición de la palabra, “fuego de Bel”, nombre con el que se sigue denominando en Irlanda al mes de mayo en irlandés moderno: Beltane “el primer día de mayo”, según el diccionario Dinneen. La información de la que se dispone es escasa, pero no tanto como para que no se esté en condiciones de determinar exactamente el simbolismo de la fiesta, a falta de conocer los rituales completos. 
En lo relativo a costumbres gastronómicas, el contenido de la estrofa reservada a Beltaine es bastante pobre:
“Os lo digo, una fiesta particular
Son las riquezas de Beltaine,
Cerveza, coles, leche dulce
Y leche cuajada al fuego”

Esas riquezas son demasiado insignificantes, sobre todo en historia religiosa. Sin embargo, esta atmosfera se percibe mejor si consultamos el libro de las invasiones, donde se cuentan las andanzas de Partolón, primer habitante de Irlanda, donde se indica que

“fue un martes cuando arribó a Irlanda, el decimoséptimo día de la luna de las calendas de mayo”

El poema que sigue a esta afirmación rectifica el día del mes y conserva el de la semana

“Fue el decimocuarto dia, un martes
Cuando descendieron del navío libre
Hacia el puerto en el país claro, azul y brillante
Inber Scene el del escudo brillante”

También en el mes de mayo murió Partolón.

“Sus cuatro hijos dividieron Irlanda en cuatro: ésta fue la primera división de Irlanda. Irlanda permaneció de este modo dividida hasta el exterminio de su pueblo. La muerte les alcanzó en las calendas de mayo, esto es desde el lunes de Beltaine hasta el otro lunes ante Mag Elta, cinco mil hombres y cuatro mil mujeres murieron del lunes al lunes. De ahí es donde viene el exterminio de la raza de Partolón en Irlanda”

Mejor omitamos el número excesivo de muertos prehistóricos. Lo importante es la datación de Beltaine. Por lo visto, todos los habitantes de Irlanda arribaron a la isla en esta fecha, comenzando por los Tuatha de Danaan:

“Zarparon con todos los barcos y, tras tres días, tres noches y tres años, atracaron en la ancha y larga playa arenosa de Tracht Muga, en las tierras de los héroes del Ulster, el lunes de la semana de principios del mes de mayo”

Y Keating, autor de “History of Ireland” confirma

“Hicieron salir sus barcos y al cabno de tres años, tres días y tres noches llegaron a la arena de Tracht Muga, el lunes de la primera semana de mayo”

Entonces, los Tuatha dé Danaan quemaron sus barcos y tras esta fogata, se envolvieron en una nube druídica (céo draoidheachta) para que nadie los descubriera. Si tenemos en cuenta el Dinshenchas de Rennes , fue igualmente en Beltaine cuando Mide, personaje epónimo de la provincia central de Irlanda, encendió en Uisnech y para los hijos de Nemed (“sagrado”), un fuego que debía durar seis años; y Mide cortó la lengua de los druidas locales que n o interpretaron favorablemente su humo.

Pero sin duda, lo realmente importante de Beltaine es el fuego. En un dialogo enigmático con su prometida Emer, Cúchulainn describe así esta fiesta:

“Hasta Beltine, es decir, el fuego benefactor, a saber, los dos fuegos que los druidas hacían con grandes encantamientos. Cada año hacían pasar los rebaños entre ellos (para protegerlos) contra las epidemias. O hasta Beldine, siendo entonces Bel el nombre de un ídolo: los primogénitos (dine) de cada rebaño se atribuían en propiedad de Bel. Beldine es, por tanto, lo mismo que Beltine”.

Quien ha transcrito este texto ennoblece a Cúchulainn atribuyéndole una ciencia etimológica que apenas se cuenta entre las prácticas de los guerreros de Irlanda – al menos en los del ciclo del Ulster – y además, la etimología presenta un alto grado de fantasía. Podemos percibir la interpretación bíblica del sacrificio de Yahvé….pero la descripción coincide con el Glosario de Cormac.

“Beltaine, fuego de Bel, fuego benéfico, es decir un fuego que los druidas hacían con su magia o sus grandes encantamientos; y se llevaban los rebaños (para protegerlos) contra las epidemias todos los años a estos fuegos. Hacían pasar lo rebaños entre ellos”

También era de Samain a beltaine cuando los fianna se alojaban con los hombres de Irlanda. De Beltaine a Samain vivían del producto de la caza y dormían al raso. De Samain a Beltaine no estaban sin embargo inactivos:

“Un dia que Finn y los Fianna estaban en la espaciosa Almain de Leinster, bebiendo en el festín de embriaguez y alegría de Samain, y que los nobles y grandes señores de Irlanda estaban en su presencia, Finn les pregunto si les había llegado el momento de ir a correr y a cazar, pues era la costumbre de Finn y los Fianna pasar el año de esta manera: de Beltaine a Samain, en la caza y la carrera, y de Samain a Beltaine, en la guardia general de todos los hombres de Irlanda”

Además, y según Keating, desde Samain a Beltaine los hombres de Irlanda tenían además a su cargo a los Filid y al parecer, estos se habían vuelto tan numerosos que representaban un tercio de la población. No se dice que hacían en verano. 

Está claro, por todo lo que precede, que Beltaine era la fiesta del comienzo del verano. Por tanto no era para protegerse de la intemperie o de los rigores de la temperatura que se encendían los fuegos de Beltaine, y tampoco únicamente para proteger el ganado. El propio San Patricio encendió un fuego con ocasión de esta fiesta y, a pesar de la prohibición real, en Samain, para las Pascuas cristianas encendió un fuego que no gustó a todo el mundo. Según el relato de Muirchu en la Vida Tripartita, los druidas dijeron al rey Loegaire que reinaba en aquel tiempo:

“ese fuego que vemos, sea quien sea que lo ha encendido esta noche, no se apagará en toda la eternidad. Prevalecerá además sobre todos los demás fuegos de nuestra tradición. Y aquel que lo ha encendido – el reinado de aquel que lo ha encendido sobrevendrá esta noche – nos vencerá a todos. Todos los reinos se postraran ante él y él mismo colmará todas las cosas por los siglos de los siglos”

Es más que dudoso que los druidas hablasen en latin, lengua en la que escribe Muirchu, además de que su profecía era muy fácil a posteriori, pues fue redactada bastante después de los acontecimientos que anunciaba. Sin embargo, fue escrita según las normas tradicionales de la Irlanda antigua: una controversia, teológica o mágica, entre el santo y el druida en relación a un fuego que no tenía nada de profano, solo podría tener lugar en la beltaine asimilada a la Semana Santa. ¡Qué lejos queda el ganado! Evidentemente, Patricio había decidido encender su fuego en la Colina de Uisnech, en el centro de Irlanda, y lo había rodeado de un círculo mágico cuyo acceso estaba prohibido a los paganos. Curioso santo, pero muy eficaz, que combate con fuego las llamas del infierno. A continuación, sigue el texto de Muirchu, tambien en latín:

“Los druidas del Rey dijeron a aquellos que iban: “Rey, tu no irás al lugar donde esta el fuego por temor a que después tu mismo puedas adorar a aquel que lo ha encendido, pero te quedarás al lado, al exterior. Lo llamaremos ante ti para que te adore y tú serás el señor. Hablaremos él y nosotros alternativamente en tu presencia y nos pondrás a prueba”. Llegaron al lugar fijado. Una vez hubieron descendido de sus carros y de sus caballos no penetraron en el círculo del lugar en llamas sino que se sentaron al lado. Y San Patricio fue llamado ante el rey fuera del lugar del fuego.”

El tema termina con pruebas a cuyo término San patricio vence a los druidas. Si no supiésemos por lo demás, gracias a su hagiografía, quien es San Patricio, lo tomaríamos por un druida, al igual que a Cristo, mucho más poderosos que todos sus oponentes.

El ambiente de la fiesta conllevaba cierta imposición, absolutamente religiosa, de acuerdo con un breve pasaje de Aided Diarmada “Muerte de Dermot”, que sitúa geográficamente las grandes fiestas y nos informa de su carácter obligatorio:

“Diarmaid y los hombres de Irlanda convocaron gran asamblea de Uisnech en Beltaine, pues había tres grandes asambleas en aquellos tiempos, a saber: la asamblea de Uisnech en Beltaine, la feria de Tailtiu en Lugnassad y el festín de Tara en Samain. Y cualquiera de los hombres de Irlanda que las transgrediese se exponía a la pena de muerte por haber violado la Ley”.

Y aunque solo sabemos del Dios Bel lo que aparece en Tochmarc Emire (El Cortejo de Emer) y el Glosario de Cormac, es imposible pensar en la divinidad gala Belenos, cuya etimología, con un sufijo más o menos, es la misma (el primer elemento, Bel- es al menos indudable y nos puede servir como ejemplo Belisama, “la muy brillante” cuyo sufijo, un superlativo, es distinto)

San patricio no se equivocó: “Encendió un fuego divino muy claro y bendito” 

En conclusión, Beltaine es la exaltación del fuego, elemento druídico como el aire, la tierra y el agua. Podemos considerar a Bel un sobrenombre de Lug en su aspecto de luz, opuesto simétricamente al Lug de Samain, que prepara el invierno y la oscuridad. Beltaine era tambien por consiguiente una fiesta sacerdotal: la escasez de testimonios se explica tanto por la ocultación cristiana de todo lo relativo al sacerdocio como por la ignorancia natural de la clase guerrera de todo lo que n o le concernía directamente. Los druidas, por su parte, velaban por el simbolismo solar e ígneo de su fiesta propia. Aquí también, y más que ninguna otra circunstancia, eran los Señores del fuego. La coincidencia nos aporta al menos un indicio fiable en lo concerniente a la datación calendaria de los sacrificios mediante el fuego que señalaron en la Galia los autores antiguos. Era en mayo o en junio, con ocasión de su fiesta (cuyo nombre no conocemos) equivalente a Beltaine, cuando los celtas continentales quemaban los grandes muñecos de madera rellenos con hombres y animales, según indicaban los autores Romanos, celebración que se ha conservado adaptándola bajo la forma de la “Fiesta de mayo” o fuego de San Juan.

La datación de la fiesta del fuego y la correspondencia teonímica de la Galia e Irlanda, con los nombres de Bel y Belenus, aportan la prueba de que Belenus, entendido según la “interpretatio” Romana como un “Apolo”, es un sobrenombre del “Mercurio” galo de César. No es tampoco casualidad si Belisama es un sobrenombre de “Minerva” en la Galia y si Brigit, convertida en Santa Brigida, es la guardiana del fuego perpetuo del santuario de Kildare en Irlanda.
Hermandad DRuida Dun-Ailline'sstatus


jueves, 11 de abril de 2013